Urbanismo

Barcelona suspende licencias en las calles y plazas de la nueva 'superilla' del Eixample

El objetivo es "preservar el equilibrio comercial, evitar la gentrificación y el monocultivo tipo Enric Granados"

Ciudadanos conversando sentados a una de las mesas de la superilla de Sant Antoni

Ciudadanos conversando sentados a una de las mesas de la superilla de Sant Antoni / FERRAN NADEU

Patricia Castán

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Con el objetivo de preservar el equilibrio comercial de la zona y evitar como efecto secundario la gentrificación, la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha decretado una suspensión de licencias y permisos de obras por un año que impedirá la nueva implantación de locales de ocio musical, restauración y comercio alimentario en los calles y plazas de la futura 'superilla' del Eixample. Se evita así la saturación de determinados tipos de negocios, esencialmente de restauración y alimentarios, que pueden verse atraídos por la nueva apuesta urbanística. En concreto, se blinda para que no se convierta en un caso tipo Enric Granados, en palabras de la concejala de Ecología y Urbanismo, Janet Sanz.

Según ha explicado este viernes el consistorio, la moratoria afecta a los locales ubicados en las calles del Consell de Cent entre Vilamarí y Roger de Llúria, y a las calles de Rocafort y Comte Borrell entre avenida de Roma y Gran Via. También incluye el tramo de la calle de Enric Granados entre la plaza del Doctor Letamendi y Consell de Cent, lo que se suma al plan de usos específico que ya se ordenó en el entorno de la calle de Girona.

Sanz ha insistido en que se trata de una "importantísima inversión pública" que como "cualquier mejora urbana" debe conllevar la preservación del comercio y la restauración de barrio e incluso su potenciación, como se ha logrado en el caso de Sant Antoni, donde "no ha habido cierres". La concejala ha explicado que la nueva zona en transformación cuenta con unas 600 actividades, de las que un 25% ya son de restauración. "No queremos monocultivo ni gentrificación", ha enfatizado, recordando el caso de Enric Granados, donde la pacificación comportó un alud de nuevos restaurantes y terrazas.

Plan de usos en marcha

Durante el periodo de suspensión no se concederán licencias para nuevas actividades musicales, de restauración, platos preparados, autoservicio, tiendas de conveniencia y comercios alimentarios con degustación. Mientras tanto, el gobierno municipal elaborará un plan de usos que regule las actividades de pública concurrencia con el objetivo de salvaguardar ese comercio de proximidad de la zona y asegurar una variedad de establecimientos en estas calles, que serán de prioridad para los peatones.

La responsable de Urbanismo ha señalado que el blindaje también ha funcionado en la calle de Girona, donde de hecho aún hay margen para incorporar negocios de restauración en algunos tramos.

El ayuntamiento prevé iniciar la transformación de la 'superilla' del Eixample en junio de 2022, con la idea de que se complete a principios de 2023. El objetivo, ha reiterado, es desplegar ejes verdes como espacios "saludables, de paseo, disfrute y juego".