MEMORIA HISTÓRICA

La última cabina clásica de Barcelona será un punto de 'bookcrossing'

Telefónica cede al Ayuntamiento de Barcelona la última cabina con techo y puertas de la ciudad, situada en el barrio de Sant Genís dels Agudells.

El consistorio la restaurará y trasladará a la plaza de Meguidó para iniciar su nueva vida, decidida por los vecinos.

La última cabina clásica de Barcelona será un punto de intercambio de libros

La última cabina clásica de Barcelona será un punto de intercambio de libros. /

El Periódico

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El consistorio y Telefónica han acordado la cesión a la ciudad de la última cabina telefónica con techo, puertas y recubrimiento de vidrio que quedaba en Barcelona. A partir del lunes la cabina se retirará de la vía pública y se rehabilitará, antes de instalarla definitivamente en la plaza de Meguidó, en el mismo barrio de Sant Genís dels Agudells, donde pasará a hacer una función de punto de intercambio de libros. El uso de la cabina se decidió en una consulta vecinal, hecha en 2017 entre los residentes del barrio, donde se pidió cuál debía ser el futuro de este elemento singular y simbólico de la ciudad.

El próximo lunes, 8 de marzo, los equipos técnicos del distrito de Horta-Guinardó procederán a la retirada de la cabina de la vía pública y su traslado al depósito municipal. En los próximos meses, el Instituto Municipal de Paisaje Urbano procederá a rehabilitarla y, posteriormente, la cabina se instalará ya de manera definitiva en la plaza Meguidó para convertirse en un punto de intercambio de libros.

Consulta vecinal

Este uso se decidió en una consulta vecinal en la que se presentaron 93 ideas de usos, entre las que destacaban convertirla en una línea directa con el teléfono del civismo o con el 112, para que se convirtiera en un punto Wifi. Finalmente, la propuesta que más votos obtuvo fue la de convertirla en un punto de intercambio de libros. La última cabina de Telefónica del modelo con puerta salió del anonimato gracias a Anna Farré, antigua profesora de instituto y vecina del Eixample que inició una campaña para preservarla. De este modo, propiciado por el interés de la ciudadanía y por el Distrito de Horta-Guinardó, se puso en marcha este proceso para convertirla en patrimonio histórico y urbanístico del barrio y de la ciudad.