Informes sectoriales

Los ejes comerciales céntricos de Barcelona prevén perder hasta un 35% de negocios

Una encuesta revela que la mayoría de establecimientos caen más del 50% en facturación por la crisis sanitaria

La afluencia de visitantes habituales o esporádicos a las calles principales de compras ha bajado hasta un 78%

La restauración y la moda son los sectores más afectados, y la alimentación y el menaje del hogar los mejor parados

Compradores en el paseo de Gràcia.

Compradores en el paseo de Gràcia. / ROBERT RAMOS

Patricia Castán

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A punto de cumplirse un año tras el inicio de la pandemia y sus restricciones, motores económicos de Barcelona como el comercio, el turismo, la restauración y la hotelería intuyen algo de luz al final del túnel pero arrastran una pesada carga de pérdidas que podría dejar un balance final de bajas de hasta un tercio de la oferta existente a principios del 2020. Una cuarta parte de persianas están bajadas, y casi un 13% de operadores de los principales ejes y centros comerciales tienen intención de despedirse durante el 2021, lo que podría saldarse finalmente con un 30 o 35% de cierres, según ha estimado Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta. La delicada situación de los ejes más céntricos y turísticos, así como los centros comerciales urbanos, se nutre tanto de la extinción del visitante turístico (un 94% menos), como la del público habitual (cae un 63%) y la del esporádico (78%), que antaño alimentaban calles como el Portal de l'Àngel, la Diagonal, las rutas del Born o la Rambla Catalunya.

La asociación, que aglutina a una veintena de colectivos, ha hecho su primer autoescáner cruzando todo tipo de datos digitalizados antes y durante la pandemia (hasta octubre), que afectan tanto a la movilidad monitorizada desde los móviles, como al gasto. También ha encuestado a sus empresarios a finales de año para elaborar su cuarto informe trimestral. A resultas de ambos documentos queda patente la preocupación por el futuro del comercio y la hostelería: un 59% de negocios suman pérdidas de más de 100.000 euros (un 25%, de más de medio millón), mientras que el 47% han mantenido el aliento con apenas ayudas de entre 2.000 y 5.000 euros.

Jené ha destacado que la escasez de las ayudas, junto con la falta de acuerdos con muchos propietarios de los locales (un 17,8% no lo han logrado con grandes tenedores, y un 18,6% con pequeños propietarios, ahogan aún más a un sector cuya facturación ha sufrido un cataclismo en la mayoría de especialidades.

Así, en el último trimestre la encuesta entre asociados muestra que siete de cada diez negocios han perdido más del 50% de sus cajas respecto a un año antes, precisamente en un periodo clave que incluye la campaña de Navidad y el Black Friday.

Desplome de compradores

Pero el informe de Indicadores Comerciales, con apoyo de las distintas administraciones y a base de un gran centrifugado de 'big data', refleja que hasta octubre (antes de la última ola de pandemia) la caída media de la facturación ya era del 35% (superior en la moda y la hostelería), aliviada solo por la alimentación (que creció sin tregua en el confinamiento pero ahora se sitúa un 10% por debajo de hace un año) y el subsector del equipamiento del hogar que ha llegado a subir un 20% en ventas. Son nuevos hábitos, más vida doméstica y menos social, que influyen directamente en el consumo, ha explicado Óscar Valero, responsable del estudio hecho por CREAR Smart Business.

Casualmente, este análisis en profundidad comenzó antes del coronavirus, lo que ha permitido comprobar su impacto en la economía local. La primera fase de estudio (previrus) detectó que los ejes más céntricos y turísticos de Barcelona sumaban una afluencia diaria de casi 450.000 personas, que crecía un 6,5% las semanas con festivos de apertura. En cuanto al negocio, en torno al 52,4% de lo facturado procede de clientes que no viven en el área de influencia del eje donde hicieron la compra. Del inmenso trasiego de viandantes y visitantes, se destila que un 12,1% de esa afluencia acaban haciendo alguna compra o gasto.

De ese modo, la caída en otoño de hasta el 78% de visitantes habituales o esporádicos, asfixió al comercio y la restauración, más allá del turismo, de momento en el dique seco. Jené señala que estos datos han variado poco en estas últimas semanas, pero se han agravado en el caso de la restauración (sin cenas por las restricciones, cuyos ingresos caen por encima del 50%). Estas pistas sobre la movilidad hacen que Barcelona Oberta exija al ayuntamiento un cambio de políticas en la accesibilidad en coche al centro de la ciudad, considerado como otro palo a las ruedas del sector.

Responsables de comercio del Govern, la Cambra y el ayuntamiento participantes en la presentación de los datos han coincidido en la necesidad de reactivar la actividad en el centro, más dañada que en los barrios, con ayuda de la digitalización que permite hacer una lectura detallada de la marcha de la actividad. Confían en una paulatina recuperación que se iniciará dentro de unos meses pero llevará dos o tres años antes de recuperar del todo la normalidad.

El peso del turismo en las ventas de los ejes principales

El informe refleja que el turismo de compras es un pilar en los ejes de Barcelona Oberta, donde alcanza casi el 23% de las ventas. Su peso es aún mayor en el paseo de Gràcia (35%), al que siguen Pelai, plaza Catalunya, plaza Universitat, la Rambla y Rambla Catalunya (casi el 30%), Born (26%) o Barnacentre y Plaça Reial (24%). Por nacionalidades, el mayor gasto en la capital catalana procede de viajeros de Estados Unidos (13,5%), Rusia (8,2%), Francia (8,1%), Reino Unido (6,88%) y China (4,99%).

Aunque no todos compran igual ni en los mismos lugares. Los chinos y rusos realizan el 97% de sus compras en los ejes premium (paseo de Gràcia y Diagonal); los americanos tienen un comportamiento más equilibrado (47% compra premium y 53% de compras en marcas populares). En cambio, los europeos (Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y otros) gastan especialmente en estas últimas, sobre todo en Barnacentre, Pelai, Plaça Reial, Born, Paral·lel y demás.

Por categorías, el gasto más importante del turista es en moda (68,8%), ocio y restauración (17,8%) y salud (6,8%). La presencia de turistas en dichos ejes ha caído un 94%, pero tomando como referencia los principales mercados compradores, este dato se desploma al 98%.