Barcelona pide parar 21 desahucios previstos en dos días en Ciutat Vella

El concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, ha pedido el Gobierno del Estado que frene los 21 desahucios programados para dos días de la próxima semana en este distrito de Barcelona, en plena tercera ola de la pandemia. En una entrevista en la televisión municipal Betevé, Rabassa ha explicado que esta semana había 11 desahucios previstos en su distrito, uno de los más afectados por la crisis de la vivienda y por la crisis del covid, de los que seis han sido suspendidos, pero han sido notificados otros 21 solo para dos días de la próxima semana.

Aunque está en vigor un decreto del Gobierno central que prohíbe los desahucios en el estado de alarma actual, quedan excluidos de este decreto numerosos procesos que se pusieron en marcha antes de la crisis sanitaria. "Tenemos muchos pendientes que no tienen nada que ver con la alarma y que afectan a personas mayores y vulnerables. El Gobierno del Estado debe ser más osado: debe suspender todos los desahucios", ha defendido el concejal. El gobierno municipal se ha comprometido a dar una alternativa de vivienda a todo el mundo que sea expulsado de su casa, pero Rabassa ha lamentado que "la legislación actual protege el derecho a la propiedad por encima del derecho a la vivienda".

Asimismo, el concejal ha asegurado que tanto la oficina municipal de vivienda como la unidad antidesahucios del consistorio "hacen todo lo posible para que los jueces hagan prevalecer el derecho a la vivienda". También lo hacen, día a día, portal a portal, los activistas por el derecho a la vivienda de todos los barrios. Los mismos que este mismo martes han intentado defender el hogar de una mujer de 52 años y enferma en Nou Barris. Pese a concentrarse en la puerta desde primera hora de la mañana, la movilización vecinal no ha podido impedir el desahucio. La comitiva judicial, acompañada por los Mossos d'Esquadra, han hecho efectivo el lanzamiento de los bajos del 33 de la calle del Pou. Este era el tercer intento de desahucio de Luisa, diabética y en silla de ruedas. Los dos primeros se pararon precisamente por su frágil salud, pero esta vez no ha sido posible.