Estrategias de futuro

Barcelona se volcará en captar al turista cultural

La "economía del visitante" supone el 15% del PIB local, que ahora se quiere vincular más a la industria creativa y al viajero respetuoso

Los planes de acción van de redistribuir autocares y buses turísticos ampliando puntos de interés, hasta ayuda a los emprendedores que generen contenidos culturales

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Patricia Castán

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En un extraño efecto colateral, la pandemia está ejerciendo de palanca para acelerar la transformación (a mejor) del modelo turístico de Barcelona. El plan estratégico previo del sector ya apostaba por ese cambio cualitativo, pero la extinción temporal del turismo desde hace casi un año ha supuesto casi poner el contador a cero en la ciudad y apostar por una resurrección ya enfocada a ese ansiado viajero con intereses culturales. Aprovechando la etapa de reflexión, 150 figuras destacadas del ámbito de la cultura y el turismo han participado en 10 sesiones de trabajo o ponencias que han derivado de la mano del ayuntamiento en una docena de líneas de acción. Entre las más tangibles, convertir la estación del Nord en el epicentro de la llegada de turistas de un día llegados de la Costa Brava o del Maresme, desde donde resultaría más fácil redistribuirlos a puntos de interés fuera de Ciutat Vella, o poner en marcha un plan de apoyo a emprendedores vinculados a la cultura y las industrias creativas.

El consistorio ha presentado este miércoles el resultado de tanta tormenta de ideas, que la ciudad ya ha asumido como "plan de acción" para los próximos años, según han explicado el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni; el de Cultura, Joan Subirats; y el concejal de Turismo e Industrias Creativas, Xavier Marcé. El reto surgido tras el foro no es solo atraer más turismo cultural, sino también incrementar la oferta de este ámbito tanto para consumo foráneo como local, partiendo de la alianza municipal con el sector privado. Entra en escena el término "economía del visitante" como eufemismo del turismo, teniendo en cuenta que supone la friolera de un 15% del PIB de la ciudad y supone para muchas empresas y emprendedores "un entorno de expectativas, decisiones e inversiones sobre las que han emprendido su proyecto económico", destaca el documento final.

El nuevo capítulo de futuro quiere ser la antítesis del cuestionado turismo de juerga, uno de cuyos símbolos, los locales nocturnos del Port Olímpic, precisamente se están desmantelando esta semana.

'Embajadores' y ayudas.

Para dotar de más contenido cultural a la oferta turística de Barcelona se recurrirá tanto al talento local como a los residentes extranjeros, convertidos en cierto modo en embajadores de lo que se cuece en la capital catalana o prescriptores de cara a sus compatriotas. Otra de las recetas es facilitar la integración de los alumnos de ramas artísticas universitarias o de FP en el mundo profesional para alimentar la industria creativa local. Pero como el talento por sí solo no basta, del foro se desprendió también que es necesario activar un fondo dotado de capital público y privado dentro de la Fundación Barcelona Cultura, con patrocinios o mecenazgo, capaz de desarrollar nuevos contenidos para distintos públicos. Y, en la misma sintonía, desarrollar un plan de ayuda a nuevos emprendedores y pimes, con el respaldo de Barcelona Activa.

El repertorio no solo aborda la creación de producto cultural que ejerza de reclamo, sobre todo para ese 40% de viajeros repetidores de la ciudad, sino la redistribución de los contenidos en los barrios y en los propios circuitos del viajero. Destaca aquí la creación de un mapa y censo de actividades y eventos culturales y artísticos que dé opciones interesantes a lo largo y ancho de la metrópolis, tanto para el viajero como para el residente. El primero, podría planificar su viaje con antelación e incentivos y descubrir sobre todo artes en vivo e industrias creativas, ya que hasta la fecha la participación se limitaba a visitar el patrimonio y los festivales musicales.

La digitalización que permita disponer de información real sobre el movimiento del viajero, como ya se ha explicado en varias ocasiones, será clave para distribuir flujos y desconcentrarlos. Pero en este sentido, el hub de la estación del Nord permitiría evitar la sensación de invasión del centro, ya que muchos excursionistas de un día llegan en autocar o tren por la plaza de Catalunya o puntos céntricos. En el mismo paquete de transporte, se introducirán cambios en las rutas de los buses turísticos y sus frecuencias, para abrirlos a nuevos puntos escenarios y contenidos.

Derechos y obligaciones

A nivel menos práctico, la larga misión por delante abarca desde la ampliación del Consell de Turisme i Ciutat a los sectores culturales, hasta la creación de una red de ciudades culturales inteligentes para compartir datos y experiencias. Incluso la elaboración de una carta de compromiso de derechos y deberes de los visitantes para fomentar el turismo cívico responsable, que se difundirá por distintos canales con presencia de viajeros o futuros viajeros.