Aplazamiento sin calendario

El ayuntamiento no sabe cuándo iniciará las obras de reforma de la Rambla

“No hay fecha. Los haremos cuando tengamos presupuesto”, afirma el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa

El gobierno de Colau prevé aprobar el proyecto ejecutivo de la remodelación en el pleno de febrero

Reformará la ordenanza de mercados para cerrar los 11 quioscos de los 'ocellaires', a los que debe indemnizar

BARCELONA 15 11 2021 QUIOSCOS EN LA RAMBLA  FOTO LAURA GUERRERO

BARCELONA 15 11 2021 QUIOSCOS EN LA RAMBLA FOTO LAURA GUERRERO / Laura Guerrero

Toni Sust

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La reforma de la Rambla, uno de los asuntos más relevantes del futuro inmediato de Barcelona, no tiene fecha prevista de inicio. Así lo ha certificado este viernes el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, que ha comparecido junto con la concejala de Mercados, Montserrat Ballarín, para hablar de un plan que hace años que tendría que haberse empezado a ejecutar.

Rabassa y Ballarín han relatado que la previsión es que en febrero se apruebe el proyecto ejecutivo de la reforma de la Rambla. Los ejes de la transformación de la vía se presentaron en noviembre del 2018. Los definió, el equipo que ganó el concurso municipal para remodelar el paseo, Km-Zero, que encabezó la arquitecta y exconcejala Itziar González. Entonces, el gobierno de Ada Colau anunció que la previsión era que los trabajos se iniciaran entre diciembre del 2019 y enero del 2020. En enero del 2020, el ayuntamiento comunicó a los vecinos que la operación se retrasaba hasta el 2021.

El pleno de febrero

Rabassa ha sido muy explícito este viernes al hablar del inicio de las obras. Muy explícito al admitir que no tiene una idea clara de cuándo empezará todo: “No tenemos fecha. ¿Cuándo podremos hacer las obras? Cuando tengamos presupuesto para ello”. Lo que sí tiene calendario es el itinerario administrativo previo. En febrero, el proyecto ejecutivo debe recibir los plácets preceptivos. Primero lo aprobará la comisión de gobierno, después debe ver la luz verde en la comisión de Ecología y Urbanismo, y por último tiene que salir adelante en una votación en el pleno de febrero, siempre que el calendario sí se cumpla en este caso, claro está.

La reforma, ha recordado Rabassa, empezará desde la parte inferior de la Rambla, desde Drassanes, e irá avanzando por fases hacia la plaza de Catalunya. Según el plan inicial, las obras se harán en cinco fases, empezando por la parte baja de la Rambla y subiendo: Colón-Santa Madrona; Santa Madrona-Arc del Teatre; Arc del Teatre-Estació Liceu; Estació Liceu-Portaferrissa, y Portaferrissa-Canaletes. Cuando la previsión era que estos trabajos se iniciaran a principios del 2020, con un coste aproximado de más de 35 millones de euros, el cálculo era que se prolongarían unos siete años y medio y que acabarían en el 2028. Por lo tanto, lo que ya pueden saber los barceloneses es que la Rambla no estará remodelada antes del 2030, si, como se desprende de la comparecencia de Rabassa y Ballarín, no se inicia durante el 2021.

Si la reforma ha sufrido aplazamientos antes de que se iniciara la crisis sanitaria, es de prever que el actual contexto de pandemia no ayude precisamente en este sentido.

Adiós a los ‘ocellaires’

Rabassa y Ballarín han centrado su comparecencia en lo que está previsto dentro del 2021, que, además de la aprobación del proyecto ejecutivo, serán dos elementos esencialmente. El primero será el desenlace administrativo del proceso que debe culminar con la desaparición física de la Rambla de los 11 quioscos que ocupan los antiguos ‘ocellaires’, que hace años que no pueden vender animales y que, mediante un convenio, pudieron pasar a vender productos para turistas, un decisión que según Ballarín se ha demostrado errónea con el tiempo.

Este proceso requiere la propia aprobación del proyecto ejecutivo y la modificación de la ordenanza de mercados. Habrá que fijar las indemnizaciones a los siete propietarios de los 11 quioscos. Y luego se retirarán físicamente. Pero tampoco está claro, ha dicho Rabassa, que eso vaya a suceder dentro del 2021.

Amics de la Rambla

Rabassa comunicó toda esta información a los diferentes sectores afectados por la futura reforma, reunidos en la Comunitat Rambla. Fermín Villar, presidente de Amics de la Rambla, lamenta que de nuevo la noticia sea que las obras no comienzan, aunque no es la única queja que tiene. Dice que la entidad espera desde julio reunirse con la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y reclama que comerciantes y vecinos puedan ver el proyecto ejecutivo que será aprobado.

Amics de la Rambla colocó en octubre un marcador encima del Café de la Ópera que cuenta los días transcurridos desde la aprobación del plan especial de ordenación del espacio aprobado por el pleno municipal. Este viernes, aporta el dato Villar, han pasado 1.696 días.

Estrategia cultural mientras no llegan los trabajos

Mientras sigue la espera de la reforma de la Rambla, y tras conocer que no es posible determinar cuándo empezarán las obras, el gobierno de Ada Colau apuesta por llenar ese vacío con una estrategia cultural que se concretará en unos cuantos proyectos. Uno es la puesta en marcha de Radio Ramblas, un proyecto acuñado en colaboración con la Xarxa de Ràdios Comunitàries y BTV que operará desde un antiguo quiosco de flores. También se habilitarán varios espacios en la vía pública que el consistorio describe como ágoras, la denominación que recibían las plazas de las ciudades-estado de la Antigua Grecia convertidas en centro cultural y político. Una de las que verán la Rambla será el Ágora Infantil, que dinamizará la Biblioteca Andreu Nin, que potenciará la mirada infantil sobre el paseo. Otro será el Ágora Flores, sobre la cultura de la flor, y otro el Ágora Musical, que acogerá actuaciones y tendrá como sede la plaza Reial. Una tercera pata de la estrategia se construirá a partir de la colaboración con equipamientos e instituciones culturales que están en la Rambla para que hagan más permeables a la calle sus programaciones. Para concretar la colaboración con los equipamientos se ha creado un equipo, Cultura Rambles, que tendrá como espacio de referencia la Oficina de Atención a la Cultura, en la planta baja del palacio de la Virreina.