El urbanismo del siglo XXI

Barcelona se juega este 2021 su autoestima arquitectónica

La ciudad pugna con Pekín por ser Capital Mundial de la Arquitectura en el 2026

Barcelona celebrará este año con Valladolid la Bienal Española de Arquitectura

El ayuntamiento ofrece el edificio de Gustavo Gili como sede la Bauhaus Europea

Vista exterior del Pabellón Mies Van der Rohe.

Vista exterior del Pabellón Mies Van der Rohe. / periodico

Carles Cols

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Barcelona se prepara este 2021 para insuflar aire a su algo decaído globo de autoestima arquitectónica. Tres proyectos verán la luz este año, entre ellos, uno mayúsculo. El próximo julio se decidirá en Río de Janeiro el ganador de una competición en la que se enfrentan Barcelona y Pekín para ser en el 2026 la Capital Mundial de la Arquitectura, un título que va de la mano de la organización de un congreso internacional de este gremio, que agrupa a 3,2 millones de profesionales en todo el mundo, y de la celebración de la asamblea general de la Unión General de Arquitectos. Si Barcelona convence al jurado más que Pekín, la obtención de esa capitalidad será un éxito que se sumará a la celebración este año de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo y a las sólidas opciones de ser una de las nuevas sedes de la Bauhaus Europea.

Esta ciudad ya fue sede de un congreso internacional de arquitectura en 1996. Reunió entonces a más de 12.000 participantes. Barcelona avanzaba entonces con viento en popa tras el éxito de los Juegos Olímpicos. El globo de la autoestima estaba en un momento de máxima tensión. Los tiempos ahora son otros. Salta a la vista. Con el enconamiento con que se abordan todas las discusiones sobre el rumbo de la ciudad, las tres citas marcas en el calendario son una oportunidad para evaluar con opiniones más profesionales y menos tuiteras iniciativas como, por ejemplo, el llamado urbanismo táctico o las políticas de vivienda pública.

España vacía, España llena

La más segura de las citas es la Bienal Española de Arquitectura, un encuentro que de celebrará mano a mano con Valladolid, porque el título temático de los debates será ‘España vacía, España llena: estrategia de conciliación’. En Barcelona, la sede de la bienal será el pabellón Mies van der Rohe, edificio minúsculo pero magnífico. Valladolid pondrá como sede el Museo Patio Herreriano, un antiguo monasterio reconvertido en sala de exposiciones de arte contemporáneo. El contraste entre una y otras sede es premeditadamente notable, pues plantea así la cuestión de que las estrategias arquitectónicas y urbanísticas de una ciudad tan densa como Barcelona no necesariamente son útiles para la llamada España vacía, y viceversa.

El segundo éxito que Barcelona pretende apuntarse este 2021 es que la Comisión Europea tenga en cuenta su candidatura a ser una de las diversas ciudades que participarán en el proyecto Nueva Bauhaus, concebido como una suerte de vivero de ideas de arte, tecnología, cultura y ciencia. Barcelona propone participar en la Bauhaus Europea con experiencias en el campo del diseño de los espacios públicos con el propósito de que sean sostenibles, inclusivos y de calidad.

Interior de la antigua sede de Gustavo Gili.

Interior de la antigua sede de Gustavo Gili. / El Periódico

En la definición de esta candidatura ha colaborado de forma activa el principal grupo de la oposición municipal, Esquerra, que en la última comisión de Urbanismo puso sobre la mesa que la sede física de este proyecto en Barcelona podría ser el antiguo edificio de la editorial Gustavo Gili, en el número 87 de la calle de Rosselló, premio FAD de Arquitectura en 1962 y que bebió directamente de las fuentes de la corriente Bauhaus cuando fue diseñado.

No obstante, la cima más alta que pretende conquistar Barcelona este año es la nominación como Capital Mundial de la Arquitectura en el 2026. Por una parte, eso conllevaría la celebración del congreso anual de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), una cita que beneficiaría económicamente a la ciudad como tantos otros congresos de este calibre, pero que, sobre todo, supondría un examen y quizá un aval a su actual estrategia de reconsideración del espacio público como un lugar adecuado más para los zapatos que para los neumáticos.

El congreso de la UIA se celebra ininterrumpidamente desde 1948, pero la proclamación de una ciudad u otra como capital mundial de la arquitectura es un título mucho más reciente. Actualmente, le corresponde a Río de Janeiro. Es por eso que la elección final entre Barcelona y Pekín se decidirá en esa ciudad en julio.