Pleno municipal

Barcelona aprueba los presupuestos del 2021 con el tripartito de invitado fantasma

Las cuentas de la ciudad salen adelante con el apoyo de Bcomú, el PSC, ERC y el grupo de Valls

JxCat y Ciutadans votan en contra y denuncian que comuns, socialistas y republicanos afianzan su alianza

Las ordenanzas fiscales prosperan pese al ‘no’ de Artadi, Guilarte y Bou, y la abstención de Barcelona pel Canvi

BARCELONA 23 12 2020 Barcelona   Pleno muinicipal de Barcelona  En la foto Ada Colau en el minuto silencio por la violencia  machista  FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 23 12 2020 Barcelona Pleno muinicipal de Barcelona En la foto Ada Colau en el minuto silencio por la violencia machista FOTO de RICARD CUGAT / RICARD CUGAT

Toni Sust

Toni Sust

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Barcelona cierra su peor año con un acuerdo de presupuestos que ha permitido aprobarlos con una amplia mayoría: 30 de los 41 concejales de la ciudad, los de Barcelona en Comú, el PSC, ERC y Barcelona pel Canvi, han votado a favor de las cuentas este miércoles en el pleno municipal, el último que se celebra en el año del coronavirus. A la vista de la situación cabía plantearse una respuesta incluso más compartida. Quizá podría haberse dado la unanimidad, podría pensar un ciudadano. Pero ni la Navidad tiene ese efecto en la política. Las ordenanzas fiscales para el 2021, congeladas para el próximo ejercicio, han prosperado con el respaldo de Bcomú, el PSC y ERC, el rechazo de JxCat, Ciutadans y el PP y la abstención de Barcelona pel Canvi.

El volumen del proyecto de presupuestos, que alcanzarán la cifra récord de 3.200 millones de euros, es posible gracias a la desaparición de limitaciones que han permitido acceder a más recursos. La austeridad europea que se impuso a las instituciones a raíz de la crisis del 2008 se ha desdibujado a raíz de la crisis actual. El ayuntamiento podrá endeudarse y acceder a sus ahorros, y tratará con ello de paliar los efectos de la crisis sanitaria del Covid-19, que ha cambiado la vida de los barceloneses, que la ha interrumpido en varios sentidos, y que ha generado un parón económico de consecuencias todavía difíciles de delimitar.

El pacto del domingo

Pero todo esto ha quedado relativamente en segundo lugar, porque el protagonista del debate del plenario municipal sobre los presupuestos para el 2021 ha sido la figura de un hipotético tripartito entre el mundo de los ‘comuns’, el PSC y ERC, los tres grupos que cerraron un acuerdo sobre las cuentas barceloneses, que fue presentado el domingo. Tres grupos que ya habían acordado los presupuestos para el 2020. Entonces, tuvieron un cuarto socio de la votación: JxCat. Esta vez, los posconvergentes han optado por el no.

Elsa Artadi ha asegurado que estos no son los presupuestos que Barcelona necesitaba: “Es un presupuesto continuista, conservador, no toma riesgos ni innova. Son recetas antiguas y erróneas”. Y ha abonado la tesis de que un tripartito se está formando. Algo que no sorprende con la carrera a las elecciones autonómica del 14 de febrero en marcha. Se entiende que JxCat extiende la idea de que el tripartito es posible en la Generalitat en breve- De hecho ha argumentado que ya existe en Barcelona –“Colau, Collboni y Maragall”, ha precisado- y en el Congreso: “Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Gabriel Rufián”. “Nos hubiera gustado que ERC hubiera estado al lado del rigor. No era el momento de preocuparnos solo por hacernos una foto. Estáis demasiado acostumbrados a pagar por adelantado a cambio de nada”, les ha reprochado a los republicanos. Artadi ha declarado: “Nos erigimos en alternativa”. También ha denunciado que Valls participe del pacto.

Porque Barcelona pel Canvi ha sido el cuarto socio esta vez. Relativamente inesperado. Manuel Valls ha subrayado que no le importa tanto que no le invitaran a la foto que la alcaldesa, Ada Colau, y el jefe de filas de su socio de gobierno, Jaume Collboni, se hicieron con Ernest Maragall el domingo.

El tripartito ya había surgido de buena mañana, en las declaraciones a Catalunya Ràdio en las que Colau ha defendido un pacto de izquierda y ha considerador "agotada" la actual fórmula del Govern. Luego ha ido apareciendo. “La excepcionalidad de este año hacía necesario un presupuesto excepcional con un apoyo excepcional”, ha dicho Collboni, que en su segundo turno ha asegurado que si no hubiera elecciones autonómicas el 14 de febrero, algunos grupos hubieran hecho otro discurso, en alusión al de Artadi. El socialista ha defendido el acuerdo con ERC por ser este el único grupo que garantizada el sí a los presupuestos y el sí a las ordenanzas fiscales.

El concejal de Presupuestos, Jordi Martí, ha centrado su intervención en la defensa del proyecto y en la necesidad de transformar el modelo socioeconómico. Una idea que podría casar con una advertencia del responsable de los asuntos económicos del grupo de ERC, Jordi Castellana: “O salimos de la crisis con más sector público y menos desigualdades o salimos como en el 2008, al revés”.

Martí no ha centrado su discurso en el tripartito fantasma, como otros oradores, pero sí ha hecho una alusión al pacto de los presupuestos como un “acuerdo transversal en la fractura que atraviesa nuestro país hace demasiado tiempo”. Se entiende que se refería al procés. El jefe de filas de los republicanos, Ernest Maragall, ha replicado a Artadi, a la que ha reprochado su electoralismo, y ha afirmado: “Con este acuerdo, ERC afirma y reafirma su rol de alternativa"

Ciutadans no hace enemigos

Luz Guilarte, jefa de filas de Ciutadans, ha rechazado con vehemencia casi todo: los presupuestos, el pacto del gobierno con ERC. Ha presentado una enmienda a la totalidad de la gestión de Colau, ha denunciado la “consolidación del tripartito que ya está en marcha en España y que puede hacerlo en Catalunya” tras las autonómicas. Y cuando ya había acabado su lista de quejas contra lo que ha calificado de “mala gestión, políticas erráticas y privilegios”, ha lanzado un dardo a Artadi, la presidenta del único grupo que, como Ciutadans, ha votado no a los presupuestos y a las ordenanzas. Se diría que Guilarte ha sentido que le usurpaban la posición: “Señora Artadi, bienvenida a los primeros 10 minutos de oposición que ha hecho en dos años”.

Josep Bou ha sacado de nuevo la cara y el discurso de empresario más que de concejal del PP. Se notaba que lo que le pedía el cuerpo era votar a favor, participar de un plan conjunto de salvación. Al final se ha abstenido en la votación de las cuentas y ha votado contra el proyecto de ordenanzas fiscales.