La Feria de Reyes no permite este año comer churros mientras se pasea

La tradicional Feria de Reyes de la Gran Via ha regresado desde este viernes 18 aunque en un formato más reducido, tal y como informó este diario. No obstante, otra novedad de esta edición marcada por la pandemia ha sido prohibir el consumo itinerante, es decir, comer mientras se pasea por la feria. En una entrevista en el programa ‘Bàsics‘, de betevé, la portavoz de la Asociación de Talleres Artesanos de la Gran Via, Anna Prieto, explicó que se han habilitado espacios amplios junto a las churrerías para que la gente pueda pararse a consumir.

Los laterales de la Gran Via continúan cortados al tráfico para ganar espacio de paso y evitar aglomeraciones y se han instalado cintas para garantizar la distancia de seguridad entre los compradores que recorren los puestos de venta y aquellos que paseen. Además, es obligatorio llevar la mascarilla puesta y se han dispuesto carteles informativos con las recomendaciones higiénicas y agentes cívicos.

Un 40% menos de puestos

Este año, el montaje acoge 157 puntos de venta, frente a los 243 del año pasado. En la misma entrevista, Prieto atribuía este dato en parte a que muchos feriantes se habían replanteado su presencia ante la incertidumbre hasta el último momento de si se podría llevar a cabo, y también ante su recorte de ingresos a causa de la pandemia: “La gente no ha podido trabajar y si no puedes trabajar, no puedes hacer inversión”, señaló.

El espacio abre desde las 10.00 hasta las 21.00 horas en los laterales de la Gran Via, con distintas zonas para cada tipo de artículo. Los puestos de juguetes son 57, ubicados entre las calles de Urgell y Muntaner. Los 69 de productos tradicionales y regalos varios se sitúan entre Calàbria y Urgell. En el caso de la artesanía, hay 20 tiendecitas entre Rocafort y Calàbria. Por último, las 11 churrerías se distribuyen por toda la feria.