MOVILIDAD

Las obras de la conexión del tranvía empezarán en otoño de 2021

Un acuerdo de Colau con ERC permite aprobar el proyecto de prolongación entre Glòries y Verdaguer

El convenio fija que los beneficios sean públicos pero hay que negociarlo con la concesionaria

El nuevo tramo estaría en servicio el tercer trimestre del 2023, tras las elecciones municipales

Una usuario del Tram accede al tranvía de Barcelona con su 'scooter', esta mañana

Una usuario del Tram accede al tranvía de Barcelona con su 'scooter', esta mañana / periodico

Toni Sust

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El gobierno de Ada Colau y el primer grupo de la oposición, ERC, han cerrado un acuerdo para aprobar la tramitación de la conexión del tranvía y permitir así que se inicien en otoño de 2021 las obras de prolongación de Glòries a Verdaguer, la fase que estaba previsto completar durante este mandato. Si el calendario se cumple, el tranvía estará circulando entre esos dos puntos el tercer trimestre de 2023, es decir, después de las próximas elecciones municipales. A saber quién es el alcalde o alcaldesa que se sube en el viaje inaugural del nuevo tramo.

Las obras de otoño empezarán en el tramo entre Girona y Castillejos. El proyecto se presentó en julio a falta del acuerdo político final cerrado en las últimas horas, el que permitirá su aprobación. Un acuerdo que estaba pendiente, sobre todo, del modelo económico: la voluntad de las administraciones era, como ha recordado Colau este sábado, que la inversión pública no acabara beneficiando a la empresa privada concesionaria. Para lograrlo, se ha acordado renegociar las condiciones con las empresas concesionarias del TRAM: las administraciones participantes quieren que la relación cambie a partir de ahora y los beneficios sean públicos ya que la inversión lo será. Pero pese a que ha quedado claro que la posición pública es firme, es un asunto pendiente todavía por concretar con el privado. También se ha dado por pactado que en 2032, cuando termina la concesión actual, el tranvía será 100% público.

Las administraciones dan más o menos por hecho que habrá un entendimiento con la concesionaria, que, según las explicaciones de este sábado, podrían tener nuevas condiciones en el nuevo tramo, distintas de las del ya construido.

Aprobación el 23 de diciembre

La previsión es que el acuerdo reciba luz verde en comisión esta semana y sea validado en el pleno municipal del 23 de diciembre, el último del año, en el que también tienen que ser aprobados los presupuestos para el 2021 si tienen el respaldo necesario, algo más o menos previsible vista la entente entre comuns y republicanos sobre el tranvía.

Colau ha agradecido el acuerdo a ERC, y en persona al concejal Jordi Coronas, que ha negociado el asunto por los republicanos. La alcaldesa también ha elogiado el papel de los miembros de la Autoritat Metropolitana del Transport Metropolità, integrada por la Generalitat, el AMB y el propio ayuntamiento. La ATM es la responsable de la infraestructura viaria. Colau ha citado al conseller de Territori, Damià Calvet, y a su antecesor, Josep Rull, de quien la alcaldesa ha deseado que salga pronto de la cárcel, donde cumple sentencia por el procés.

Discusiones “acaloradas”

Coronas ha recordado las discusiones “a veces más acaloradas, a veces más pausadas” con la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y ha considerado que ha valido la pena el esfuerzo para cerrar un convenio que “deja claro que la empresa concesionaria no ganará un euro más de los que está ganando” por esta inversión y que en 2032, cuando concluya el periodo de concesión, el tranvía pasará a tener una gestión completamente pública.

Coronas, que lleva años en estas negociaciones, ha recalcado que las obras podrán empezar cuando se den las condiciones previstas en el convenio. Es de suponer que nunca está de más mantener algún recelo. El concejal ha lamentado que no se haya tomado antes, en los últimos cuatro años, medidas para asegurarse de que la inversión pública no acabara en las arcas de la empresa, y ha recordado que la empresa del TRAM incrementó su deuda para repartir 90 millones en dividendos.

El director general de la ATM, Pere Torres, ha subrayado que el acuerdo es “muy reciente”: “Lo cerramos con la teniente de alcalde el jueves a las nueve de la mañana”. Además de la aprobación municipal, el convenio debe ser refrendado por el consejo de administración de la ATM. Torres ha defendido el papel de las empresas concesionarias, de las que ha subrayado que han actuado siempre “dentro de la legalidad”. 

Sanz se ha felicitado por el acuerdo y también ha agradecido su labor a todas las partes. Ella ha sido la principal encargada del tema en el gobierno de Colau. La teniente de alcalde ha esbozado un calendario: “Si empezamos las obras el próximo otoño, serán entre 20 y 22 meses de trabajos. En el último trimestre de 2023, el tranvía estaría en servicio hasta Verdaguer”. “Planteamos un cambio en las reglas del juego. Antes invertían unos privados y después veían como recuperaban ese dinero y los intereses. Ahora, el convenio indica que la inversión será pública, 55 millones del ayuntamiento y 61 la Generalitat. Tiene sentido que la recuperemos y la invirtamos en mejorar la red del transporte público”.

El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ha lamentado que todo este proceso llegue con retraso. Su partido, el PSC, abanderó la apuesta del tranvía cuando ostentaba la alcaldía, y con su proceso frustrado, consulta con derrota incluida, acabó hundiéndose el alcalde socialista Jordi Hereu. "Una infraestructura básica que ha sufrido interrupciones y debates que tenían poco que ver con la movilidad y mucho con las posiciones partidistas y el dogmatismo". El principal detractor del tranvía por la Diagonal fue Xavier Trias, alcalde entre 2011 y 2015.