Un total de 36 hoteles de Barcelona han vuelto a cerrar por falta de clientes

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Patricia Castán

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Desde que finalizó el confinamiento y pudieron reabrir en mayo, un total de 160 hoteles fueron retomando su actividad en Barcelona, mientras el resto -hasta llegar a los 438 existentes en el municipio- planeaban hacerlo paulatinamente. Pero apenas cinco meses después, son ya 36 los que han tenido que volver a bajar la persiana ante la ausencia de turistas, tanto vacacionales como por motivos profesionales y la falta de ayudas institucionales. Los 124 que se mantienen en activo en estos momentos representan solo un 28% de la planta hotelera de la ciudad y en breve serán menos, ya que visto el panorama hasta una quincena planean cerrar de nuevo antes de que acabe el año.

"La situación para el sector hotelero de la ciudad es dramática", señalan desde el Gremi d'Hotels de Barcelona, que hoy viernes ha hecho públicas las cifras de esta debacle sectorial "La actividad se encuentra prácticamente anulada desde marzo, tanto por la emergencia sanitaria como por el conjunto de medidas restrictivas aplicadas", alertan. De hecho, desde el cierre de la hostelería hace tres semanas, han cerrado ocho alojamientos y algunos que tenían pensado reabrir han pospuesto sin fecha su regreso.

Con este panorma, la patronal ha vuelto a exigir medidas urgentes. Su crisis está "agravada por la falta de respuesta de las administraciones competentes a la hora de aplicar las medidas paliativas necesarias y requeridas por el sector", que englobarían ayudas económicas, fiscales y laborales, dicen. Las consideran imprescindibles para "equilibrar el impacto de la situación y las restricciones impuestas".

Aperturas parciales

En términos de camas, como algunos hoteles abiertos son grandes, en la actualidad están operativas 14.000 habitaciones, que representan el 35% del total. Sin embargo, son muchos los establecimientos de grandes dimensiones que en realidad solo tienen operativa alguna planta, ante los costes de personal y logística que supondría abrir por entero. 

Las cifras de ocupación, como ya avanzó este diario, han estado durante semanas apenas en el 20% de media, aunque la situación más crítica la viven los hoteles de lujo, con ocupaciones que incluso caen al 5% pese a estar ofreciendo precios muy por debajo de lo habitual. En este contexto, muchos alojamientos están optando por implantar nuevos usos, que van de las superofertas al 'coworking' (habilitando incluso habitaciones como oficinas por horas) o el 'coliving' (alquilándola por periodos largos para quien quiera residir una temporada, por trabajo o por no compartir vivienda con otras personas) a bajos precios.

La otra estrategia de supervivencia que impulsan cada vez más hoteles es tratar de atraer al público local ofreciendo estímulos como noches de hotel más cenas a precio de chollo, dado que alojarse es la única opción para poder utilizar sus restaurantes, que son los únicos en la ciudad que siguen abiertos para los huéspedes.