Tercera denuncia por el engaño de la pareja que ha realquilado 200 habitaciones en Airbnb

Los Mossos d’Esquadra han recogido la tercera denuncia de un propietario estafado por Andrius S. y Yuliya K., dos miembros de una banda que ha alquilado ya 18 pisos en Barcelona y los ha convertido en apartamentos turísticos en contra de la voluntad de los dueños. Un nuevo caso de las prácticas "mafiosas", en palabras de Janet Sanz, segunda teniente de alcaldía y responsable de Urbanismo, que han proliferado en la ciudad en los últimos años: redes que arrendan inmuebles valiéndose de engaños para lograr los contratos de alquiler con la finalidad de explotarlos ilegalmente a través de plataformas como Airbnb. El Ayuntamiento estima que hay más de una veintena. 

Después de leer la noticia publicada en El Periódico, sobre la existencia una nueva trama de subarriendo ilegal de inmuebles de Barcelona, un propietario reconoció a la pareja como los inquilinos que también lo habían enredado y, a pesar de que ya había iniciado un proceso civil contra Andrius S., ha acudido también a una comisaría de la policía catalana para informar a los investigadores sobre su caso. Airbnb, también después de la información de este diario, ha cancelado la cuenta del perfil 'Julia', a través de la que Andrius S. y Yuliya K. anunciaban 90 habitaciones.

Los dos son viejos conocidos del Ayuntamiento de Barcelona, que los tiene identificados como "multiinfractores". La inspección municipal que trata de poner orden en la selva de apartamentos y habitaciones turísticos que se publicitan sin permiso a través de plataformas como Airbnb ha detectado que esta pareja dispone de 18 pisos distintos que operan de manera fraudulenta. Es decir, han repetido el engaño de simular que buscan un hogar para sus hijos y de que trabajan para una empresa constructora de Tarragona con 18 propietarios distintos. Es una estafa. Quieren los inmuebles para llenarlos de turistas. En los últimos años, Airbnb ha cancelado a petición del Ayuntamiento un total de 207 anuncios de habitaciones ofertadas por 'Julia'. El consistorio de Ada Colau ha abierto asimismo contra ambos 18 expedientes sancionadores, uno por cada piso realquilado ilegalmente. 

En Barcelona solo pueden funcionar como pisos turísticos aquellas propiedades con las licencias que se concedieron durante el mandato del convergente Xavier Trias. Actualmente, el consistorio ya no concede ninguna licencia y estudia la manera de revisar y retirar algunas de las que se otorgaron entonces. Quedan 9.451 licencias operativas en la ciudad. 

24 'multiinfractores'

En el Ayuntamiento constan 24 'multiinfractores' con prácticas similares a las de Andrius S. y Yuliya K, más de la mitad de los cuales promocionan los inmuebles sin haberlos contratado de una manera lícita. Los inspectores municipales han abierto un total de 348 órdenes de cese y otros tantos expedientes sancionadores contra ellos. En los últimos meses, han dejado de operar un tercio de los que estaban activos antes de la pandemia y tres de los considerados 'multiinfractores' no están activos.

Airbnb ahora atiende las solicitudes que el Ayuntamiento le hace para que cancele las ofertas de apartamentos turísticos ilegales. Sin embargo, continúa sin atender las peticiones de los particulares que le demuestran con documentos que la plataforma exhibe –y se lucra con cada comensal- propiedades que han sido convertidas en apartamentos turísticos sin el permiso de los dueños ni la correspondiente licencia municipal. La abogada Marta Martín envió documentación a Airbnb que demostraba que dos de los pisos alquilados de forma fraudulenta por Andrius S. y Yuliya K. estaban operando como apartamentos turísticos en contra de la voluntad de sus propietarios y sin licencia municipal. Airbnb respondió a los correos electrónicos –la plataforma ni siquiera ofrece un teléfono de atención para gestionar estos incidentes– que no podía intervenir en una disputa entre dos partes. Sin embargo, al leer la noticia en este diario, que no aportaba información distinta de la que ya disponían, Airbnb procedió a cancelar todas las habitaciones promocionadas desde el perfil de Julia. A las pocas horas.

La tercera denuncia

El tercer denunciante alquiló a Andrius S. y a su esposa Yuliya K. un piso en el barrio del Eixample de cinco habitaciones recién reformado en otoño del 2019. Ambos se presentaron como una pareja que buscaba una casa para residir en ella junto a sus hijos dado que, por motivos laborales, tenían que mudarse a Barcelona. La misma estrategia que siguieron con los dos denunciantes anteriores. Una mentira que funcionó también esa vez porque logró el contrato y, después de instalar cierres en cada una de las habitaciones, comenzó a realquilarlo para turistas. Detrás de esta pareja se esconde una red que ha llegado a controlar más de 200 habitaciones en Barcelona por las que han circulado miles de turistas. Dado el acusado decremento de turistas a causa de la pandemia, varios de estos pisos ahora están funcionando como improvisadas residencias de estudiantes con contratos de alquiler más largos para los jóvenes.  

Este tercer dueño ha explicado a este diario que detectó pocos días después de entregar las llaves a Andrius S. y Yuliya K. que lo habían engañado. Contactó con ellos para romper el contrato de alquiler pero estos se negaron a devolver el piso. Como hacen siempre, lo reformaron y convirtieron cada cámara en una habitación. Tras la negativa, informó al Ayuntamiento de Barcelona sobre lo ocurrido e inició un procedimiento civil. Ninguna de las tres cosas sirvió para resolver el problema: Andrius S. y Yuliya K. siguen en poder del piso. 

Fuentes de Airbnb afirman que la empresa multinacional tiene una política de tolerancia cero con este tipo de prácticas. 

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