Los consumidores que pagaron de más por el agua serán compensados antes de diciembre

El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia, ha comparecido este lunes para cuantificar el sobrecoste que supuso para 340.305 consumidores del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), 200.000 de los cuales, barceloneses, la subida de la factura del agua en el mes de septiembre. Son, en total, 7,4 millones de euros que Aigües de Barcelona (la compañía que integran Agbar, con un 75% y con un 15%, respectivamente, Criteria y la propia AMB) cobró de más y que habrá devuelto antes de que acabe el año, según un informe de la compañía solicitado por la AMB. 

Según Badia, el sobrecoste no estaba justificado y se debió a una actuación de la empresa que ha calificado de "error". Unas 60.000 familias ya habían recibido a mediados de octubre unos tres millones, a 50 euros por hogar aproximadamente, de los 7,4 millones abonados de más. El resto, ha explicado el edil, recuperará el dinero como muy tarde en la factura del 15 de noviembre. La situación enfrentó a dos partes que hace tiempo que vienen colisionando, el Ayuntamiento de Barcelona y Agbar.

El origen del problema

El incremento de la factura generó desasosiego en muchos consumidores, sobre todo por darse en un contexto de dificultad general como el actual. El problema viene de que con el confinamiento fue imposible hacer lecturas de los contadores, por lo que Aigües de Barcelona hizo estimaciones de consumo y procedió a cobrar el incremento que indicó el consumo real -porque al estar más tiempo en casa se consumió un 10% más de agua- en un solo recibo. Y eso, ha denunciado el edil, causó una subida de tramo al 23% de los consumidores, algo que automáticamente encarece el precio del agua. Si el incremento se hubiera prorrateado en varios recibos, ese salto de tramo no se hubiera producido, ha proseguido Badia, que ha lamentado que se acumulara el aumento en un solo pago.

El concejal ha recalcado también que los afectados suponían el 23% de los consumidores y no el 1%, como indicó Agbar. Y ha acusado a la compañía de generar “confusión” entre los clientes al impulsar una campaña de comunicación que atribuía el encarecimiento de la factura a la nueva tasa municipal de residuos. “Quiero pensar que no se actuó de mala fe”, ha declarado Badia, bestia negra de Agbar desde que intentó iniciar, sin éxito, el proceso de municipalización del agua.