El mercado de los Encants acude a la Justicia para revocar su cierre

Nadie puede discutir la peculiaridad del mercado de los Encants. Eso es precisamente a lo que se agarran los paradistas de la feria de Bellcaire para intentar revocar la orden de cierre impuesta en el marco de las restricciones para frenar la segunda oleada del covid. Han presentado un recurso contencioso-administrativo (lo que toca cuando uno se enfrenta a la cosa pública) ante una medida que consideran "injusta" al haber sido incluidos en una categoría que no es la suya. Dicen que no son un centro comercial, sino una "prolongación de la calle totalmente al aire libre". Y no entienden que ellos no pero los Encants de Sant Antoni, sí.

El mercado quiere dejar claro de entrada que no está en contra de las medidas adoptadas para contener el virus. "Estamos de acuerdo al 100% porque hay muchas vidas en juego y debemos poner todos los medio que estén a nuestro alcance". Lo que piden en definitiva, es que se les considere una lonja más de la red de mercados municipales, que se han salvado del cierre y siguen operativos. Recuerda el presidente de los Encants, José Nebot, que llevan tiempo aplicando medidas para combatir la pandemia: control del aforo, refuerzo de la vigilancia, uso obligatorio de mascarilla y gel hidroalcohólico y reducción del número de accesos.  Este nuevo cierre (ya pasaron tres meses con la persiana bajada) asestará un duro golpe a los comerciantes. Según Nebot, "esta decisión representa un coste inasumible para muchos de los 300 operadores (unas 500 familias) con parada en los Encants".  

En cuanto al sustento económico, los comerciantes ya denunciaron antes de la pandemia haber sido víctimas de una subida fiscal abusiva del gobierno municipal, de hasta el 41%, dijeron. Y tampoco les ha llegado, sostienen, la ayuda de 250.000 euros aprobada en la comisión de Economía de mayo para los mercados municipales azotados por los efectos del coronavirus. Ya lo han intentado con la pataleta. Ahora probarán con los juzgados.