CONTRA LAS RESTRICCIONES

Mossos y Policía Nacional detectan ultraderechistas infiltrados en los disturbios de Barcelona

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Luis Rendueles

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Un grupo minoritario, que la policía catalana vincula al entorno de la extrema derecha, protagonizó la pasada noche graves incidentes en Barcelona al término de una manifestación celebrada en la plaza Sant Jaume contra las nuevas restricciones para frenar la propagación de la pandemia de covid-19. Un total de 14 personas han sido detenidas, dos de ellas menores de edad, y 30 personas han resultado heridas, entre ellos 20 agentes de los Mossos d'Esquadra, tres guardias urbanos y siete ciudadanos, en los violentos incidentes que se registraron anoche en el centro de Barcelona.

La Policía Nacional también ha detectado la participación de "elementos de ultraderecha" en los disturbios de Barcelona, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO. Sus primeros análisis sobre lo ocurrido apuntan a que ese grupo habría tratado de pasar "más desapercibido, incluso en su estética" en la protesta y que, entre ellos, había personas vinculadas con "determinadas puertas de discotecas", "determinados mundos de la noche de Barcelona" y hasta algún ex seguidor de Cedade, un grupúsculo neonazi con sede en Barcelona disuelto oficialmente en los años noventa.

Nada de CDRs

En los disturbios, subrayan estas fuentes, no se ha detectado la participación de ningún grupo de CDR ni independentista. "No participaron  en esta historia. No se escuchó ningún grito en catalán en las calles", subrayan como ejemplo. De hecho, en algunos vídeos de los disturbios difundidos en redes sociales por marcas de extrema derecha se escucha a los manifestantes hablar de la "plaza San Jaime, en Barcelona".

Los análisis de la policía apuntan a que la protesta en Barcelona fue protagonizada por "una masa heterogénea" de personas que no estuvo organizada previamente por ningún  grupo político. "Es un movimiento social típico del siglo XXI, hay una chispa y prende.  No tiene estructura ni organización interna. La gente que estuvo allí responde a un perfil transversal. Al principio había hosteleros, gente cabreada, que ve un fracaso político y de los técnicos. Luego, jóvenes cabreados también por no salir. Había algunos negacionistas del virus..."

En ese ambiente se colaron los grupos de ultraderechistas "para aprovechar y protestar contra el gobierno español y el catalán", según fuentes policiales. En declaraciones a RAC1 y Catalunya Ràdio, el director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer ha explicado que estos incidentes están vinculados a grupos del entorno de la extrema derecha aprovechan el "malestar social" por las restricciones para "desestabilizar" con unos "niveles de violencia elevadísimos": "Esto no lo vamos a tolerar", ha advertido.

Ferrer ha querido diferenciar a los ciudadanos que ayer, antes de los incidentes, legítimamente se manifestaron de forma pacífica para defender sus derechos de estos grupos violentos. El dispositivo policial contaba con filtros en la plaza Sant Jaume, donde ya detectaron en la manifestación previa que algunas personas portaban material como bengalas o petardos de gran potencia, pero ha admitido que no se esperaba "este nivel de violencia".

En el transcurso de estos altercados, <strong>fueron saqueadas dos tiendas </strong>del centro de la ciudad, una cincuentena de contenedores ardieron y varias furgonetas de los Mossos quedaron afectadas, algunas muy dañadas. Fuentes de la Policía Nacional confirmaron a EL  PERIÓDICO que en los disturbios también participó "un grupo de pandilleros charmiles", jóvenes marroquíes

Una violencia no prevista

Los Mossos han admitido que no esperaban la violencia de los disturbios y saqueos de anoche. Alícia Moriana, comisaría de la región metropolitana norte del cuerpo, así lo ha reconocido en una entrevista en el Canal 3/24 en la que ha valorado el operativo y los hechos producidos después de la protesta de colectivos afectados por las restricciones derivadas del covid-19. "Éramos conscientes de que había una concentración hecha por redes y teníamos sospechas de que podrían haber crepúsculos de personas con carácter más radical pero no habíamos previsto la violencia que estas personas han ejercido", ha admitido la comisaria.

Y es que, según los Mossos, entre los manifestantes pacíficos se mezclaron "grupos más radicales" que nada tenían que ver con las reivindicaciones que habían originado las convocatorias. "De momento estamos investigando y hemos de analizar toda la información, pero es cierto que había algunos grupos vinculados a la extrema derecha", ha dicho.

Moriana ha comentado que los Mossos habían preparado "un dispositivo preventivo y reactivo" en previsión de que pudiera haber algún grupo radicalizado, y que por eso pusieron "un filtrado con equipos de orden público" en las entradas a la plaza de Sant Jaume, gracias al cual se "detectaron objetos contundentes como bengalas, botellas, pintura o petardos".

Pero más tarde, los hechos superaron las expectativas y los disturbios terminaron desarrollando un carácter violento que no esperaban.

Colau: "No se puede permitir"

Ada Colau, ha afirmado que la violencia de los incidentes registrados anoche en el centro de la ciudad, por parte de grupos que protestaban contra las nuevas restricciones para frenar la propagación de la pandemia de la covid-19, "no se puede permitir".

En un mensaje en las redes lanzado por la alcaldesa, Colau subraya que "estamos en un momento complicado y lo que más necesitamos es cuidarnos y cooperar para mejorar la situación", por lo que condena la violencia usada en los altercados.

Colau expresa, asimismo, su apoyo a la Guardia Urbana de Barcelona, Mossos y Bomberos "por esta noche tan difícil". 

Pintadas antisemitas

Por otro lado, el Ayuntamiento de Barcelona denunciará ante la Fiscalía por delitos de odio las pintadas aparecidas en el centro de la ciudad contra los judíos, en el espacio donde anoche tuvieron lugar los incidentes. Marc Serra, concejal de Derecho de Ciudadanía y Participación, ha informado este sábado de la aparición de esas pintadas, en las que se arremete contra los judíos y también contra las medidas para frenar la pandemia, además de pedir "stop al Nuevo Orden", una reclamación y denuncia habitual entre los colectivos negacionistas de la epidemia.

Las pintadas se realizaron en la Via Laietana, aledaña al casco antiguo de la ciudad, que alberga centros y negocios regentados por miembros de la comunidad judía en Barcelona. "Este es el rastro de la presencia de grupos neonazis en las protestas de ayer. Hemos ordenado limpiarlo inmediatamente y lo denunciaremos a la Fiscalía", afirma el concejal. Serra expresa "todo el apoyo a las comunidades judías de la ciudad" y resalta: "Barcelona es una ciudad de paz y orgullosamente diversa".