DAÑO PATRIMONIAL

La Casa Batlló cierra en pleno conflicto laboral y denuncia "destrozos irreparables"

Un turista con mascarilla para evitar el contagio por coronavirus, frente a la Casa Batlló, en Barcelona

Un turista con mascarilla para evitar el contagio por coronavirus, frente a la Casa Batlló, en Barcelona / periodico

Natàlia Farré

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La Casa Batlló y lo hará con parte de la vidriera de la planta noble, cristal emplomado original de 1906, rota por culpa de una pedrada. El edificio, diseñado por Antoni Gaudí entre 1904 y 1906, es Patrimonio de la Humanidad desde el 2005, lo que convierte un acto de por sí deplorable en un delito contra el patrimonio histórico recogido en el código penal (artículo 323) que puede llegar a acarrear pena de prisión. La bajada de persiana, de momento, es ‘sine die’ y se lleva a cabo para “proteger de actos vandálicos” a empleados, visitantes y al edificio modernista, según sus responsables. De momento, se están devolviendo todas las reservas realizadas. De hecho, desde el monumento afirman que las entradas para los próximos días estaban agotadas ya que desde la pandemia el aforo se ha reducido. 

La agresión contra el patrimonio tiene como origen un conflicto laboral y ocurrió el pasado sábado durante la manifestación de trabajadores de la empresa Staffpremium, subcontratada por la casa modernista para realizar acciones de acompañamiento al público. Parte de los empleados de esta compañía están en huelga desde el 8 de octubre para denunciar sus condiciones laborales y periódicamente protestan delante de la icónica obra gaudiniana armados con megáfono, pitos y pancartas, y con el apoyo del sindicato SUT. El día de autos, sobre las ocho de la tarde, cuando el público esperaba para entrar al programa de las Nits màgiques, la cosa se tensó y un grupo de encapuchados empezó a lanzar piedras contra la fachada rompiendo la vidriera mientras otro encendía por lo menos una bengala y lanzaba petardos. Sobre quienes fueron los autores del delito patrimonial no hay unanimidad. La Casa Batlló acusa a los trabajadores y al sindicato; la empresa Staffpremium afirma que los suyos no han sido; y el sindicato acusa a elementos ajenos a la manifestación: "No hemos sido y pensamos que es un montaje de la Casa Batlló para sacarse de encima a los huelguistas, uno de tantos montajes que ha sufrido el movimiento obrero", sostiene un comunicado del SUT.

Asistencia médica

Pero el del sábado no fue el único momento de tensión desde que empezó la huelga. Desde el primer día de paro que el edificio modernista denuncia “amenazas, difamaciones, agresiones y constantes agravios contra empleados, visitantes y el propio patrimonio”. Y denuncia, también, que el pasado 14 de octubre dos de sus trabajadores requirieron asistencia médica por problemas auditivos. Uno de ellos, afectado por tinnitus y con pérdida de audición, sigue con tratamiento médico. Por todo esto han bajado la persiana: “Cerramos porque no se dan las condiciones para garantizar la seguridad en la vía pública de empleados, visitantes y patrimonio, pese a haber contratado personal de seguridad privada para su protección”, en palabras de Gary Gautier, director de la Casa Batlló.

Por su lado, los trabajadores de Staffpremium reclaman que se les aplique el convenio de ocio educativo y animación sociocultural y que se acabe con los contratos temporales, entre otras cosas. Temas que no dependen del edificio modernista sino de la empresa contratadora. Desde esta confirman reuniones con los trabajadores para llegar a un pacto pero recuerdan que se está aplicando el convenio que corresponde (el de azafatos/as y promotores/as) y que dichos empleados no llevan años con contratos temporales ya que fueron subrogados en enero, cuando la anterior empresa que prestaba los servicios al público de la Casa Batlló cerró. 

El de paseo de Gràcia no es el único centro monumental de Gaudí con conflictos laborales, los trabajadores de  la empresa MagmaCultura que tiene subcontratados los servicios de <strong>la Sagrada Família están en huelga desde el pasado 26 de septiembre</strong> por motivos similares. Pero en este caso no ha habido ninguna agresión y el templo sigue abriendo con el personal que no secunda el paro.