PERSISTENTE LUCHA VECINAL EN HORTA-GUINARDÓ

"Esto es un erial cultural"

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Helena López

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Ante la falta de respuestas pese a su admirable insistencia, buscaron alternativas. Crearon dos pequeños clubs de lectura en el 'casal de la gent gran', el punto socializador y de dinamización cultural más importante de este barrio dormitorio. Con gran esfuerzo funcionaron, pero son una de las infinitas cosas que la pandemia se ha llevado por delante. Como alternativa, María Eugenia Ibáñez, su impulsora, empezó a grabar unos vídeos caseros con recomendaciones literarias para sus compañeros de casal. "El objetivo es que no se rompa la mínima actividad cultural que había en el barrio", señala la periodista jubilada y con una larga trayectoria en EL PERIÓDICO. Ella es también el motor de la campaña vecinal para pedir una biblioteca en su barrio, batalla en que llevan luchando más de una década y que en los últimos meses ha vivido un doble giro de guion.

Al inicio de este mandato, la nueva concejala del distrito, Rosa Alarcón, convocó a la asociación de vecinos a una reunión junto a la concejala de Vivienda, Lucía Martín, para hablar sobre la construcción de vivienda pública en el barrio. Antes de entrar en materia, Alarcón expuso a los representantes vecinales la posibilidad de recuperar un espacio en el Pavelló de la República para ubicar una sala de lectura para el barrio, ya que en diciembre termina el actual convenio de cesión del espacio a la UB, y la redacción de un nuevo contrato abría esa posibilidad. Palabras que cada una de las personas que había en la reunión interpretó de forma distinta. Algunos, quizá los más optimistas, entendieron que la concejala estaba ofreciendo la intregridad del pabellón; reproducción exacta del de la Exposición Internacional de París de 1937 en el que se expuso el Guernica por primera vez, para albergar su peleada biblioteca.

Al intentar confirmar cuál era el ofrecimiento exacto de Alarcón -lo que el barrio llevaba años pidiendo era una biblioteca, con todo lo que esta significa- esta respondió sin dudar que una "sala de lectura". "Nunca dije que la  UB se iría, solo que estábamos negociando que nos cediera una sala para poder abrir una sala de lectura para el barrio", zanja.

Talleres para hacer el testamento

"¿Qué es una sala de lectura? ¿Cuatro mesas y cuatro sillas para sentarte a leer un libro?  Eso no es un equipamiento que resuelva el vacío cultural que sufre este barrio, que no tiene biblioteca, no tiene librerías y desde el verano no tiene ni quiosco donde comprar la prensa, que tienes que cruzar la ronda para comprar un diario", responde Ibáñez antes de recordar que el primer equipamiento "de barrio" que tuvieron fue el 'casal' "y ya nació pequeño" y desde el que  llevan años pidiendo al ayuntamiento conferencias culturales. "Todo lo que tenemos está organizado por pompas fúnebres, talleres sobre cómo hacer el testamento... Somos mayores, pero tenemos tiempo y ganas", concluye la veterana periodista, quien advierte que no tirarán la toalla.