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Las restricciones de la restauración provocan cancelaciones y cierre de hoteles

Hotel Rialto, cerrado, en Barcelona

Hotel Rialto, cerrado, en Barcelona / periodico

Patricia Castán

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Con menos de una tercera parte de los hoteles de Barcelona abiertos (30,82%) y apenas un 20% de ocupación media, el sector del alojamiento encajaba una crisis que parecía imposible empeorar. Pero las nuevas restricciones para la restauración en Catalunya han acabado de hundir a la hotelería local. No solo porque la ausencia de oferta gastronómica en la capital catalana está provocando numerosas cancelaciones de reservas de camas, sino porque algunos hoteles de la ciudad actualmente solo mantenían solo servicios de terrazas o restaurantes, ahora prohibidos salvo para los huéspedes.

El  director del Gremi d'Hotels de Barcelona, Manel Casals, explica que la nueva decisión del Govern de cerrar todos los bares y restaurantes del territorio para combatir los contagios de covid-19 ha asfixiado la poca actividad turística de Barcelona. Hoy viernes, la ciudad contaba con 135 establecimientos abiertos, algo menos que hace una semana. Pero en los próximos días se esperan cierres y la paralización de algunas reaperturas previstas antes de conocerse las restricciones.

Ni los turistas vacacionales o de negocios quieren viajar a una ciudad sin restaurantes y que tiene en la gastronomía uno de sus grandes reclamos, explica, ni los hoteles que habían optado (a falta de clientes internacionales) por abrir solo sus terrazas o restaurantes para atraer al público local pueden mantenerlos abiertos. Son los casos de grandes lujo como el Monument o el Mandarin Oriental, entre otros. Y es que ahora solo se pueden servir comidas o bebidas en sus espacios comunes en el caso de que se dirijan a los huéspedes alojados, y no a la ciudadanía.