Barcelona destina 35 millones para regenerar el barrio de Trinitat Vella

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado el ámbito de actuación del Programa de Regeneración Urbana de Trinitat Vella (Sant Andreu), que supondrá una inversión de 35 millones de euros entre los años 2022 y 2030 para rehabilitar edificios residenciales, fomentar la generación de energía verde con placas fotovoltaicas y reurbanizar el espacio público.

El consistorio ha informado que los trabajos supondrán "una transformación profunda de la mitad norte del barrio de Trinitat Vella", entre las calles Via de Barcino, Vicenç Montal, Pare Pérez del Pulgar, Foradada y Mare de Déu de Lorda.

75 edificios rehabilitados

El espacio incluye 75 edificios que tienen una media de más de 45 años y que agrupan 464 viviendas y 50 locales comerciales. Se harán trabajos de reurbanización, mejora del pavimento, plantar más verde y el soterramiento del cableado de las fachadas. También se reurbanizará la franja verde entre el barrio y el nudo de la Trinidad para que sea un espacio de paseo seguro, bien iluminado y que permita la práctica del deporte.

El gobierno municipal prevé destinar 35 millones de euros al paquete de medidas, que se concretarán con la inversión de 21,6 millones para la rehabilitación de edificios, 450.000 euros para las placas fotovoltaicas y 6  millones para la reurbanización del espacio público, una parte financiada con los fondos europeo Feder.

Información a las comunidades de vecinos

El consistorio ha informado de que ya ha notificado a los residentes que se pueden acoger al proyecto. A partir de ahora trabajará con las comunidades de vecinos para concretar convenios para la rehabilitación de los edificios.

El Ayuntamiento aportará una parte de financiación pública, y acordará con los propietarios sus aportaciones al coste integral de la rehabilitación en función de su porcentaje de propiedad.

Una entrada a la ciudad

Este plan de rehabiltación se ideó en el 2019. De hecho, nació como prueba piloto de los proyectos de regeneración urbana que impulsa el Ayuntamiento para dinamizar espacios con este tipo de necesidades y con edificios en mal estado de conservación, como se está haciendo en el antiguo barrio del sudoeste del Besòs. «La prueba piloto se estableció en Trinitat Vella tras analizar un conjunto de indicadores como el paro, el abandono escolar y la renta familiar», explica el ayuntamiento.

«También se quiso aprovechar que hay zonas en desarrollo alrededor de la prisión que tendrán un papel relevante en el futuro del barrio, el efecto de las actuaciones del Plan de Barrios y que el propio barrio hace de puerta de entrada a Barcelona y está rodeado de grandes infraestructuras, lo que repercute en la imagen global de la ciudad -añade la nota municipal-. Todo ello hace que el resultado final sea mucho más visible y notorio».