UNA CIUDAD CON MENOS VEHÍCULOS

Gran de Gràcia y Creu Coberta-Sants serán ejes peatonales cada fin de semana

Peatones practican deporte en la Via Laietana de Barcelona, cerrada al tráfico

Peatones caminan y practican deporte en la Via Laietana de Barcelona, cerrada al tráfico. En la foto, la calle de Gran de Gràcia, también sin coches. / periodico

Patricia Castán

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Ni un fin de semana al mes ni medias tintas. Los ejes de Gran de Gràcia y Creu Coberta-Sants quedarán por completo libres de circulación de vehículos todos los fines de semana (a partir del próximo), abanderando así la cruzada anticoche y en favor de los espacios peatonalizados del ayuntamiento de Ada Colau. De momento, en otras zonas se estudia cómo impulsar la misma medida tras varios ensayos previos que no siempre han tenido el apoyo o los buenos resultados comerciales de estos dos.

Vuelve, pues, el plan Abrimos Calles impulsado a principios de año e interrumpido en marzo por el covid-19 y el consiguiente confinamiento. En aquel momento, el consistorio planeó ir testando diversos ejes urbanos el primer fin de semana de cada mes, desde la Via Laietana y Gràn de Gràcia (los primeros) hasta incluso Aragó un histórico domingo, cuando la alcaldesa se congratuló de dejar fuera de juego a 65.000 coches en dicha arteria, tomada por un día por familias, juegos y niños en bicicleta.

El parón forzoso fue relevado por otro invento, en este caso pensado para facilitar el paulatino desconfinamiento y las zonas de paseo próximas a los domicilios de los barceloneses, con siete grandes viales más Montjuïc restringidos al tráfico en diversos barrios: del paseo de Sant Joan a Creu Coberta. No solo era un instrumento para favorecer una movilidad a pie y con distancias de seguridad, sino que avanzaba en las restricciones al coche en calles principales. De ambas experiencias, salieron algunas conclusiones y legiones de partidarios y detractores.

Opiniones dispares

Por ello, mientras el área de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad reflexiona sobre los próximos pasos y sus probabilidades de éxito, ha optado por volver a apretar el acelerador este octubre resucitando el plan Abrimos Calles de forma estable en Creu Coberta-Sants y Gran de Gràcia. Una decisión que constata que más allá del planteamiento sostenible (reducir contaminación y ganar espacio público de uso y disfrute ciudadano), el efecto comercial -en ambas satisfactorio- es clave a la hora implantar medidas de ese calibre.

Por contra, en la Via Laietana, donde el consistorio afirma que "trabajará un proyecto conjunto con vecinos y comerciantes", estos últimos agradecen "por fin el diálogo" pero dejan claro que no aceptarán "ningún plan que restrinja el tráfico", tras la polémica del pasado verano. "Con lo que está sufriendo el comercio del centro necesitamos que llegue gente en todo tipo de transporte, dar facilidades", resume David González, presidente de la Associació de Veïns i Comerciants de Via Laietana, quien va a una con el comercio del Born y el Gòtic, donde consideran que sacar los coches les deja sin muchos visitantes de compras del resto de Catalunya o la ciudad. Por contra, González reclama un calendario para la prometida reforma pendiente.

Todo lo contrario sucede en barrios menos céntricos, donde los compradores no llegan en coche, sino que son sobre todo de proximidad. Lo tiene clarísimo Lluís Llanas, al frente de Creu Coberta, quien suma lustros peleando por una peatonalización definitiva entre la plaza de Espanya y Consell de Cent. Su tesón y el buen funcionamiento de los ensayos previos se han traducido en restricciones al vehículo a partir del próximo día 17, todos los sábados y domingos, de 9.00 a 21.00 horas. Desde la plaza de Espanya a Arizala, cubriendo toda la calle de Sants.

Creu Coberta, castigada por planes urbanísticos demorados y con 30 tiendas cerradas antes de la crisis sanitaria, presume ahora de no haber perdido negocios sino incluso recuperado alguno gracias a acciones de dinamización y a potenciar su valor de proximidad, para lo que la peatonalización es una ayuda, reflexiona. Constata que la "facilidad para ir de una acera a otra, sin coches" ha tenido un efecto muy psoitivo en las ventas. La entidad plantea inciativas de futuro para mejorar la oferta, con puntos de distribución de mercancías y el lanzamiento de comercios noveles con ayudas públicas.

En Gran de Gràcia, suman años de experiencias puntuales hasta el gran paso, que abarcará el tramo de Nil Fabra a la plaza de Nicolás Salmerón, en el mismo horario que Sants. El distrito de Gràcia, a petición de los comerciantes, ha decido también restringir el paso de coches a dos tramos de la Travessera de Gràcia todos los sábados, de Gran de Gràcia a Torrent de l'Olla y de esta a Milà i Fontanals. En todas ellas, se garantizará el paso de servicios municipales y vehículos de emergencias.

El Eixample reclama rectificaciones sobre la movilidad

Algunas medidas de movilidad implantadas durante el desconfinamiento siguen causando controversia en el Eixample. La asociación de comerciantes Nou Eixample envió al consistorio sus quejas y propuestas, sin respuesta. El colectivo reclama la pacificación total de Provença y Rosselló, donde apenas hay circulan coches, para que funcionen como ramblas de paseo y comerciales. Por contra, reniega (y pide alternaltivas) de las restricciones implantadas en Consell de Cent y Rocafort, donde las operativas de carga y descarga son un vía crucis para los muchos talleres y tiendas de muebles, en una y otra, relata su presidente, Sergio Moral.