LA MOVILIDAD

Collboni defiende el urbanismo táctico: "Es una buena decisión. Seguiremos en esta dirección"

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Toni Sust

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El teniente de alcalde de Promoción Económica, Jaume Collboni, ha firmado este lunes un acuerdo con representantes de patronales y sindicatos con el fin de trabajar conjuntamente para lograr una flexibilidad laboral que permita, entre otros objetivos, combatir el fenómeno de que el grueso de los desplazamientos de entrada y salida de Barcelona por motivos de trabajo se produzcan en las mismas franja, generando colapsos en las horas punta. 

Y de paso, Collboni ha aprovechado la cita para defender el urbanismo táctico y asegurar que los socios del gobierno de Ada Colau, Barcelona en Comú y el PSC,  mantienen su respaldo a las medidas, que han suscitado un intenso debate en la calle. El socialista ha precisado que también en el gobierno ha existido debate al respecto, y ha  subrayado: “Seguiremos en la misma dirección”.

Al abrir el encuentro, Collboni ha aludido a la interlocución entre los socios del gobierno de la ciudad sobre esta cuestión: “Como decía, es un debate vivo, y que continuará, porque no es tema fácil de resolver. Es un debate que también tenemos dentro del gobierno municipal. Tenemos un debate, no una crisis. En un gobierno de coalición hay posiciones distintas sobre los temas. Pero estamos convencidos de que las medidas que se deben tomar para reducir las emisiones de CO2 no tienen marcha atrás. Y también estamos muy convencidos de que las actuaciones que hemos hecho en el espacio público en favor de la economía de la ciudad, como es el crecimiento y desarrollo de las terrazas, hasta 3.000 terrazas nuevas, 3.000 empresas que han podido subsistir, ha sido una buena decisión y seguiremos en esta dirección”. Collboni se refería a las mesas ganadas en la calzada a costa del coche.

El teniente de alcalde ha agregado: “No hay crisis. Hay debate, un debate que debe llevarnos a la capacidad de diálogo y acuerdo. Como este pacto de movilidad laboral”. El urbanismo táctico ha tenido en gran parte más sello del mundo de los ‘comuns’ que del PSC, en tanto que la cabeza visible de la toma de decisiones en urbanismo es la teniente de alcalde Janet Sanz.

Discrepancias en el mandato anterior

El acuerdo con sindicatos y patronal ha sido suscrito por Collboni, el presidente de Foment del Treball; Josep Sánchez Llibre, que ha explicitado su desacuerdo con el urbanismo táctico; el presidente de PIMEC, Josep González; el secretario general de CCOO, Javier Pacheco, y su homólogo en UGT, Camil Ros, en presencia de la concejala de Movilidad, Rosa Alarcón, y la comisionada de Promoción de la ocupación, Raquel Gil. Alarcón, una de las concejalas más respetadas del gobierno de Barcelona, y considerada una de las representantes del consistorio con más conocimientos técnicos.

Collboni ha evitado así distanciarse de los ‘comuns’, con los que mantiene una relación correcta desde que se inició este mandato, cuando el apoyo de Manuel Valls hizo posible que Barcelona en Comú y el PSC lograran sumar los votos necesarios para gobernar. Así reeditaron el pacto de gobierno que ya mantuvieron durante un  año y medio  en el mandato anterior, de mayo del 2016 a noviembre del 2017, cuando Colau echó a los socialistas por apoyar la aplicación del artículo 155 en Catalunya. Desde entonces hasta las municipales del 2019, los dos grupos mantuvieron un enfrentamiento constante e intenso.

El PSC acusó a Colau de verse obligada a hacer recortes por la mala planificación presupuestaria. La alcaldesa lo negó siempre y habló de reprogramaciones. El conflicto se cerró sin que quedara muy claro quién tenía razón. En el mandato actual, para curarse en salud, los dos socios acordaron mantener margen de discrepancia, por ejemplo, en cuestiones asociadas al procés independentista.

Todo ello no evita que entre las filas de los socialistas suscite recelo el poder que atesora la teniente de alcalde de Urbanismo. En el mandato anterior, la tarea de intentar plantar cara a Janet Sanz le tocó al entonces concejal del PSC Daniel Mòdol, que era responsable de arquitectura, y que fracasó rotundamente en su empeño.