SUBVENCIONES PARA LOS VECINOS

Esta casa ya no es una ruina: BCN destina 20,5 millones a la rehabilitación de vivienda

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Anna Rocasalva

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Los vecinos del bloque del pasaje de Ca n'Oliva nº 1 (La Verneda y La Pau) respiran tranquilos. Han sido tres años de arduas negociaciones pero, por fin, se ha llevado a cabo la tan esperada rehabilitación del inmueble. Un lavado de cara integral con el que han ganado calidad de vida y, además, han contribuido a “parar la degradación del barrio”, aseguran a EL PERIÓDICO. La diferencia con otros edificios colindantes es notable.

“La finca se nos hundía, se cayó un cascote de la cornisa, había goteras…”, describe la vecina del quinto, Pilar Jomso. “Ahora estamos mucho mejor”, resume. La rehabilitación ha sido posible gracias a la subvención del Ayuntamiento de Barcelona para la mejora de la vivienda. Las obras finalizarán en tres meses y han costado unos 350.000 euros.

Ahora el consistorio abre otra convocatoria de ayudas para el 2020, y nuevas medidas para agilizar la tramitación de licencias.

20,5 millones de euros

La pandemia ha intensificado los problemas relacionados con la vivienda. “No tener acceso a ella es una amenaza para la salud, y el confinamiento también ha revelado las carencias de tener un parque envejecido y en malas condiciones de habitabilidad”, explica la concejala de Vivienda y Rehabilitación, Lucía Martín. “Además, el 65% de los hogares de Barcelona están mal aislados y son una fuente de emisiones contaminantes en un contexto de emergencia climática”, agrega.

Por este motivo, el ayuntamiento ha abierto una nueva convocatoria de ayudas con un presupuesto de 20,5 millones de euros. Se trata de unos fondos parecidos a los del 2019 pero que, dada la situación actual, suponen un “gran esfuerzo presupuestario”, justifica Martín. El consistorio asumirá el 60% de los costes, y la Generalitat y el Gobierno central, el otro 40%. “Calculamos que las ayudas beneficiarán a unos 16.000 ciudadanos y se podrán generar unos 4.600 puestos de trabajo relacionados con la construcción”, añade.

Líneas de actuación

Esta nueva convocatoria abre cinco modalidades de ayudas: la mejora de elementos comunes con especial atención a la eficiencia energética; ayudas express de hasta 4.000 euros para la rehabilitación de interiores; captación de pisos para la bolsa municipal de alquiler; regeneración urbana focalizada en Canyelles y al suroeste del Besòs, e intervenciones en fincas de alta complejidad.

Precisamente, el bloque de Ca n’Oliva pertenece a esta última categoría. Construido durante el tardofranquismo, el edificio presentaba deficiencias estructurales como la falta de accesibilidad o que el grosor del tocho de la pared lateral tan sólo medía 15 cm, lo que comportaba problemas de humedad y climatización.

“La pared da a los dormitorios y se nos pudría la ropa por culpa del moho”, comenta la vecina Pilar Jomso. “Ahora, gracias al aislamiento térmico de la fachada y las ventanas, no he tenido ni que poner el aire acondicionado”, relata, contenta.

Mediación vecinal

Sin embargo, el proceso en Ca n’Oliva no ha sido un camino de rosas. “Lo que más ha costado es hacerles entender que, para que el ayuntamiento subvencionase el proyecto debían volver a los elementos originales como, por ejemplo, las terrazas, que muchos cerraron sin licencia”, aclara el arquitecto del consistorio Antoni Laplana. 

“Acostumbrados a la conquista de estos metroscuadrados de la terracita, ahora no querían volver atrás, pero eso les comportaba más humedades. Los aparatos del aire acondicionado en la fachada también suponían una gran carga para la pared, y los hemos subido a la cubierta, pero muchos necesitarán otro más potente al aumentar la distancia”, admite el arquitecto.

Una de estas vecinas díscolas es Josefina Carbonell, que vive en el 2.º 2.ª desde hace 44 años. “Yo no quería la intervención del ayuntamiento porque sabía que me quitarían el aire acondicionado y el tendedero. Ahora tengo que usar la secadora y gasto más energía, lo cual es contradictorio”, asegura. “No las tenía todas conmigo, pero cuando vi lo bien que ha quedado la fachada trasera, me he convencido del todo”, afirma.

Mejora del barrio

Los vecinos de La Pau aseguran que la rehabilitación de su bloque no solo ha mejorado su calidad de vida, sino que está ayudando a “lavar la imagen” del barrio, una zona, aseguran, que se degrada a marchas forzadas desde hace años. “Este es un barrio de gente trabajadora de toda la vida, pero últimamente nos estamos hartando de luchar contra el incivismo y la inseguridad”, lamenta Carbonell.

Las dos vecinas con las que ha hablado este diario admiran la fachada rehabilitada: “Esto quizá no nos hará más cívicos, Fina, pero te aseguro que todo suma”, concluye la del quinto.

Viviendas "contaminantes"

Los 20,5 millones de la nueva convocatoria permitirán cubrir entre el 25% y el 50% del coste total de la rehabilitación de los espacios comunes de la finca, como las escaleras, los vestíbulos, los ascensores, las cubiertas, y las fachadas, entre otros. Pero, también, la instalación de placas fotovoltaicas