Susto en un desahucio de Barcelona

Detenido por amenazar con detonar una granada para evitar el desalojo de su piso

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Guillem Sànchez

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"Si me echan de mi casa, vuelo la finca entera". Si el vecino del patio contiguo suelta esa frase conviene no dejarse llevar por el pánico y comprender que esas cosas se dicen pero no se hacen. A menos que esté empuñando en ese instante una granada de mano. Si ocurre esto segundo, conviene dejarse llevar por el pánico. Sobre todo si hay un bebé durmiendo a pocos metros. Es lo que ha hecho un padre de Sants este miércoles por la mañana, al descubrir que uno de sus vecinos para evitar ser desalojado meditaba tirar de la anilla de un artefacto explosivo. Con el lactante en brazos, ha huido al exterior y, entre los gritos de manifestantes concentrados para evitar ese desahucio, ha informado a la comitiva judicial. La manifestación de la plataforma antidesahucios ha terminado de golpe. Y a los Mossos d’Esquadra les ha tocado entrar en la finca a toda prisa para sacar al resto de familias. 

El vecino no ha tirado de la anilla. Los artificieros TEDAX –desplazados desde el Parlament para controlar la emergencia– han logrado que cambiara de idea y se dejara desahuciar. Y aunque hubiera querido detonarla, no habría podido porque se trataba de una granada auténtica pero ya sin carga explosiva. Un susto que no ha impedido el desalojo, un capítulo más de la historia de los dos gemelos de los bajos del número 52 de la calle de Tenor Masini.

Herederos de un alquiler de renta baja que contrató hace muchos años su madre ya fallecida, los dos hermanos que compartían el viejo hogar familiar de Sants acumulan 23 detenciones por atracar  establecimientos comerciales, según fuentes policiales. La convivencia con ellos en la finca era "compleja" no por su vocación profesional sino porque, según los vecinos, son inestables. Un motivo más para no comprobar en primera línea si la granada de mano estaba operativa. Hace pocas semanas acuchillaron la puerta del domicilio ubicado justo encima de su vivienda, donde viven jóvenes que alquilan habitaciones y con los que no habían tenido ningún problema. El pasado 26 de agosto amenazaron con un machete al vecino que habita el local de a pie de calle. Este hombre les pidió que guardaran silencio después de que a las cuatro de la madrugada rompieran una botella en el patio interior que comparten. Cuando los Mossos llegaron, salió a recibirlos con el machete y amenazando con cortarse el cuello si daban un paso más. Hubo un forcejeo y uno de los agentes acabó sufriendo un tajo en el brazo. "Beben y consumen drogas y a menudo acaban peleándose, los problemas han sido constantes", detalla un inquilino que pide anonimato.

La convivencia era "compleja" porque los dos gemelos, conscientes de la guerra que daban, intentaban reparar los estropicios como podían. Hicieron un regalo a un niño de la escalera que cumplía años, se disculparon humildemente con un propietario a quien habían birlado herramientas y vendían a buen precio objetos –que habían robado– con la suavidad de quien golpea la puerta para ofrecer una tarta de manzana. Había más de un corazón dividido en la finca esta mañana: ganaban los suspiros de alivio pero también flotaba la tristeza de que se habían quedado sin casa personas "que no están bien".

El hermano de la granada ha sido trasladado al Hospital Clínic de Barcelona y después ha quedado detenido por un delito de amenazas. El otro seguía al mediodía junto a su cuñada esperando la asistencia de los servicios sociales frente al portal de la entrada. Esquivando a la prensa y con sus pertenencias en bolsas del Mercadona. "Hemos vivido en esta casa desde 1978, no somos ocupas y no es cierto lo de las 23 detenciones, yo tenía un trabajo", aclara. Y la cuñada añade: "Lo de la granada era de mentira, era un mechero". Los artificieros discrepan. 

Los gemelos han sido desahuciados de su casa porque se retrasaban con el alquiler y el propietario andaba con ganas de recuperar su casa y los vecinos de que lo lograra. Con el aviso del segundo impago, el dueño ha logrado la orden judicial que los ha expulsado de Tenor Masini.