La Mercè tomará escenarios inéditos como el parque Güell y la Modelo

La Mercè 2020 será, si se compara con cualquier reciente edición, de bolsillo. Jamás el aforo de un espectáculo musical o de otras artes escénicas superará las 800 personas, siempre distantes unas de otras. Pero será también un laboratorio, quién sabe, que tal vez enriquecerá el cartel de futuras ediciones. Obligado por las circunstancias, el Institut de Cultura de Barcelona (Icub) ha incorporado escenarios inesperados y prometedores. Habrá música en el parque Güell (tal vez no la haya habido desde las Jornadas Libertarias de 1977), en el patio de la cárcel Modelo, en parques desconocidos de tan recientes que son, como los jardines del Doctor Pla i Armengol, en el Guinardó, y hasta en el Camp Nou, no dentro del campo de fútbol, pero sí en el perímetro exterior circundante. Allí, a modo de detalle y puede que de metáfora ‘culé’, está prevista, entre muchas otras otras, la actuación de Las Bajas Pasiones.

La programación de la Mercè, de tan apabullante como suele ser, nunca se proporciona en una sola dosis. El Icub ha presentado este lunes el centenar de actuaciones que penden del BAM, del Bam Cultura Viva y del festival Música Mercè. Cada etiqueta tiene su estilo propio. Los fieles de otros años lo saben perfectamente. El próximo lunes 14 se presentará la programación del resto de espectáculos, donde también se prevén novedades, como por ejemplo el uso de algunos interiores de manzana que se salvaron del ‘cerdacidio’ que esta ciudad cometió con el plan original del Eixample.

Dos entrada por día

En total, el Icub calcula que habrá disponibles unas 100.000 localidades, o sea, muy poco arroz para el apetito que suele despertar la Mercè. Por esa razón, en lo que es todo un reto logístico y tecnológico, a partir de este martes y de forma escalonada se podrán reservar entradas para los espectáculos musicales. Se podrá hacer a través de la web de la Mercé, de las ‘apps’ (tanto de Android como de IOS) que tan buen resultado han dado otros años y, para los más analógicos, a través del número de teléfono 933161038. Como en la conquista de Oklahoma, todo el mundo partirá de la misma línea de salida, pero como en 1889, en la llamada Carrera de la Tierra, el número de parcelas que se podrán reclamar como propias serán pocas. Para el BAM, por ejemplo, solo se podrán reservar dos entradas por persona y día. Toso es, por culpa del covid, radicalmente distinto de otros años. Incluso los horarios. Habrá música a mediodía, a media tarde y, para los estándares locales, a primerísima hora de la noche. El propósito es que las celebraciones por cuenta propia no se prolonguen jamás de madrugada.

Como se anunció cuando se dio a conocer el pregonero de la fiesta, Tortell Poltrona, y el cartel oficial de la Mercè 2020, este año no habrá ciudad invitada, que iba a ser La Habana, lo cual musicalmente hubiera sido la repera. Queda pospuesta la invitación al 2021. De este modo, la ciudad invitada es la propia Barcelona, algo que el Icub no dice por salir al paso o por justificar el formato distinto de la programación en curso, sino porque ha habido una decisión estratégica de invertír todo el presupuesto de contratación musical en grupo locales o, como se dice ahora para casi todo, de kilómetro cero. Y, además, cifras en mano, con una presencia de mujeres sobre el escenario sin precedentes. Un 61%.

Feria del Disco

El programa, como siempre, merece ser explorado. Cubre prácticamente todo el espectro de los gustos musicales y, en ocasiones, promete actuaciones para enmarcar, En el Grec, Maria del Mar Bonet se reencontrará, después de quién sabe cuántos años, con Toti Soler ante el público. Este, en cualquier caso, es más un ejemplo de artistas que dan empaque a la Mercè que de los contrario. Puestos a buscar el caso inverso, un ejemplo de cómo la Mercè sale al rescate este año de la cultura local, sirve a la perfección la feria del disco que se celebrará en la Fabra i Coats, con los sellos discográficos independientes de la ciudad, engranaje indispensable en la producción musical que no siempre recibe el aplaudo que se merece por vivir en la sombra.

La Mercè 2020 será realmente atípica. La preocupación más inmediata es asegurar que la reserva de entradas funciona con la fluidez deseada. Las solicitudes entrarán por tres canales distintos y de la eficacia del sistema informático depende que no haya contratiempos. La segunda preocupación del Icub es que, para aquellos que no consigan acceder al espectáculo deseado, la Mercè del 2020 sea una fiesta perdida. Para paliar esta decepción, BTV programará en directo nueve espectáculos cada día.