DISFUNCIÓN EN EL CÁLCULO

Colau insta a Agbar a "recalcular" las facturas emitidas con una lectura estimada

El decreto exprés llega después de que muchos ciudadanos hayan denunciado un notable incremento en el importe de los recibos emitidos durante el estado de alarma

Una persona lava platos en un bar-restaurante de Barcelona.

Una persona lava platos en un bar-restaurante de Barcelona. / periodico

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El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que preside la alcaldesa Ada Colau, ha publicado este jueves un decreto exprés en el que insta a Aguas de Barcelona (Agbar) a "recalcular" las facturas emitidas con una lectura estimada y "regularizar la disfunción provocada en el cálculo" de los consumos.

Este decreto llega después de que muchos ciudadanos del área de Barcelona hayan denunciado el notable incremento del importe de sus últimos recibos debido a que durante el confinamiento se realizaron lecturas estimadas y en el siguiente recibo se aplicó la facturación del consumo real.

Agbar ha negado errores en la facturación del agua de los últimos meses y ha defendido que se ha hecho conforme a lo que marca el reglamento del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que fija la posibilidad de realizar lecturas estimadas cuando no es viable hacer una lectura real.

"Hemos procedido en base a lo que marca el reglamento del AMB", han asegurado fuentes de la empresa, después de que muchos ciudadanos del área de Barcelona hayan denunciado el incremento del importe de sus últimos recibos y de que el Ayuntamiento atribuyera este hecho a un "error" de facturación de Agbar.

Lectura de contadores

Desde la empresa aseguran que es precisamente el reglamento del AMB, ente que preside la alcaldesa Ada Colau, el que establece cómo actuar en materia de lectura de contadores.

El artículo 60.1 señala que cuando no es posible realizar una lectura real de los contadores -como ocurrió con el estado de alarma- hay dos opciones: pasar una factura con importe 0 y en el próximo periodo de facturación hacer la lectura real y pasar la actualización, o realizar una lectura estimada en base a la del año anterior y actualizarla en el próximo recibo.

Y esto es lo que ha hecho Agbar: realizar una lectura estimada del consumo de agua durante el confinamiento y aplicar en el siguiente recibo la facturación del consumo real, que ha sido superior durante la pandemia porque la gente ha estado más en casa.

Las últimas facturas, además, incluyen la <strong>nueva tasa de residuos</strong> creada por el <strong>Ayuntamiento de Barcelona</strong>, vinculada al consumo de agua.

En dicho decreto, el AMB exige a Agbar, la empresa que gestiona el servicio metropolitano del ciclo integral del agua y el abastecimiento de agua en baja en los 23 municipios que forman parte del Área Metropolitana, que en la próxima factura de todos aquellos usuarios que se han visto afectados "se proceda a regularizar la disfunción provocada en el cálculo de la cuota de consumo y el resto de conceptos incluidos en la factura del agua por la aplicación del artículo 60 del Reglamento del servicio metropolitano del ciclo integral del agua".

"Recalcular facturas"

El decreto del AMB emplaza a Agbar a "recalcular las facturas emitidas con un consumo estimado, repartiendo linealmente la diferencia de consumo durante todo el perIodo global de facturación, regularizando la diferencia resultante en la próxima factura".

El decreto viene acompañado de un informe en el que se explica que el estado de alarma provocó la suspensión temporal de la lectura física de los contadores del agua y que durante el perIodo de confinamiento hubo usuarios que tuvieron un consumo "notablemente superior" al registrado durante el mismo perIodo del año anterior.

Durante el estado de alarma, pues, se llevó a cabo una facturación de acuerdo a un consumo estimado, por lo que cuando se realizó la lectura real se produjeron "disfunciones en la facturación por un incremento artificial de los tramos de consumo [...], hecho que ha podido provocar un encarecimiento del recibo del agua".

El informe subraya que la situación excepcional que se ha vivido por la crisis del coronavirus ha provocado que los hábitos de consumo de algunos usuarios domésticos se hayan visto alterados por el confinamiento y que la imposibilidad de realizar lecturas reales -en aquellos usuarios que aún no disponen de lectura telemática- ha podido provocar un incremento significativo en la factura del agua una vez finalizado el confinamiento.