Arrels denuncia el cierre de servicios para sintecho tras la pandemia

Instalaciones para duchas e higiene y algunos albergues no han reabierto tras el confinamiento

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zentauroepp48614561 bcn arrels190613175042 / LAURA GUERRERO

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La fundación Arrels, que trabaja con personas sin domicilio fijo, ha denunciado este martes que muchos espacios y servicios para personas sin hogar en Barcelona han cerrado, sobre todo de ducha e higiene, por el covid-19, lo que ha dejado más en precario a muchas las más de 1.200 personas que duermen al raso cada día en la capital catalana. La entidad lamenta, en un comunicado, que "la nueva normalidad está poniendo en una situación aún más difícil a las personas que viven en la calle en Barcelona", ya que si la red de recursos públicos y privados ya estaba saturada antes de la epidemia, ahora "no hay espacios donde resguardarse, la lista de espera de los albergues se ha cerrado y hay menos servicios higiénicos". 

Arrels, que ha publicado un mapa, '(Sobre) vivir en la calle en Barcelona', que señala los servicios públicos y privados disponibles para personas sin hogar, ha lamentado que, además, "el verano invisibiliza la problemática",  según la responsable de los equipos de acogida de la fundación, Marta Maynou. "Los meses de verano son complicados para las personas que viven en la calle porque, sobre todo en agosto, hay recursos privados para ducharse o resguardarse que cierran y este año debido a la covid otros han bajado la persiana o reducido su aforo para adaptar su servicio a la nueva normalidad", ha afirmado Maynou.

El mapa indica 42 servicios básicos de higiene, de alimentación o para dormir para personas sin hogar en Barcelona, que son 15 menos que los que había el año pasado. Según Arrels, han cerrado de forma definitiva o temporal servicios como roperos que gestionan parroquias y que no funcionan por falta de voluntariado, y otros espacios más grandes como el Centro de Día Horta y el Equipamiento Integral Nou Barris, que temporalmente no tienen servicio de ducha.

Listas de espera cerradas

También denuncia que se han cerrado las listas de espera para dormir en los tres albergues municipales a los que se puede ir directamente sin pedir plaza porque están saturados. "Hace un año, tenían una lista de espera de 2 a 3 meses. Antes del covid, la lista de espera oscilaba entre 5 y 7 meses, y actualmente las listas de espera están cerradas", ha dicho Maynou. Según Arrels, dos servicios públicos para personas sin hogar -el centro de día Horta y el equipamiento integral Nou Barris- han cerrado de manera temporal sus servicios higiénicos, y otros espacios, como la ARD-Lluís Companys, han reducido el aforo a las personas habituales del centro.  También hay comedores sociales que han reducido turnos y aforo, aunque se han abierto otros espacios que dan comida para llevar. 

"En el caso de los comedores sociales públicos, durante el estado de alarma abrieron su servicio a todo el que lo necesitara, con picnics para llevar, pero en esta nueva normalidad se ha recuperado la norma de que una persona no puede ir más de tres veces al año al el comedor sin una derivación de su trabajadora social y, como consecuencia, personas a las que se les había facilitado el acceso ahora se encuentran que no pueden ir", ha indicado Maynou.

"La red de recursos para personas sin hogar se ha debilitado a causa de la pandemia, todo es más precario y eso afecta mucho a las personas que viven en la calle. Hay también más dificultades para hacer trámites y gestiones, incluso para ir al médico, porque ahora todo funciona por teléfono y telemáticamente", según Maynou.

"Más allá del cierre de recursos básicos, con la actual necesidad de distanciamiento social vemos que se ha perdido un punto de relación humana. Porque estar al lado de la persona, este acompañamiento, es imprescindible para generar vínculo y para añadir calidad a los servicios y recursos", ha añadido.

En el último recuento para saber cuántas personas viven en la calle en Barcelona, hecho en mayo, se localizaron 1.239 personas durmiendo al raso, a las que hay que sumar las más de 2.100 personas sin hogar que se alojan en recursos públicos y privados de la ciudad y otras plazas de emergencia habilitadas durante el estado de alarma. 

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