En Barcelona

Un boxeador ataca a dos camareros y dos mossos por cuatro chupitos

Detenido en Barcelona un hombre que agredió a los trabajadores de un restaurante y a dos mossos de paisano

periodico

Guillem Sànchez

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Los Mossos d'Esquadra arrestaron la pasada madrugada a un turista por agredir a dos camareros y a dos policías en Barcelona. Dos trifulcas consecutivas a puñetazo limpio que armó por cuatro chupitos. 

El detenido es F.C., un joven italiano de 22 años que aparece en su perfil de FaceBook luciendo un físico hercúleo y vestido de púgil con los puños en alto. Según fuentes policiales, es un boxeador amateur. Es de los pocos turistas que han viajado a Barcelona. Ayer entró con un amigo a tomar unos tequila en un bar del barrio Gòtic. Cuatro de golpe, dos para cada uno. El dueño del local vio la marcha que llevaban y ordenó al camarero de la barra que imprimiera su cuenta. De pie, acodados sobre un barril de madera, F.C. meneó la cabeza y antes de pagar el tiquet pidió otros cuatro chupitos.

"Le dije que no, que primero pagara la cuenta", recuerda para EL PERIÓDICO el propietario, un hombre de 68 años, operado de la cadera, que este jueves sigue sirviendo mesas magullado, con gafas de repuesto –las buenas las perdió en la trifulca– y con una tirita en la ceja. Los dos turistas amagaron con irse y regresar a pagar más tarde. Uno de los camareros de la terraza barró el paso a F.C., que le soltó dos puñetazos que lo tumbaron al suelo: fractura de tabique nasal y una ceja rota. Lo que ocurrió a continuación sigue siendo una sorpresa también para el propio dueño. "Salté sobre él por detrás y le agarré del cuello. Me zarandeó de un lado a otro, volando, pero resistí. Hasta que los dos caímos sobre las macetas. Después, intentó lanzarme un par de puñetazos que pude esquivar echándome hacia atrás. Y se fue", cuenta, meneando la cabeza y sin tratar de comprenderlo. 

Aviso al 112

El propietario, que pide que se omita en la noticia el nombre del restaurante, avisó a los Mossos. La patrulla que acudió en su auxilio, al percatarse de las heridas que presentaban los dos hombres –sobre todo el camarero–, dio aviso por radio para buscar a los turistas. No lejos de allí, en la calle Ample, un par de agentes de paisano del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de los Mossos los localizó. El amigo de F.C. no opuso resistencia al recibir el alto. El boxeador amateur, sí. Una vecina con su teléfono móvil captó desde el balcón de qué modo.  

En la grabación se observa que F.C. hace uso de los dos puños y de la formación de púgil para enfrentarse a los policías, a quienes golpea violentamente y logra derribar al suelo. A pesar de la fuerza de los puñetazos, los agentes se levantan y tratan de controlarlo a distancia. Ganan tiempo hasta que llegan antidisturbios ARRO y se abalanzan sobre el joven. 

Los dos turistas han sido detenidos. Al amigo de F.C., que no golpeó a nadie, solo le atribuyen un delito de estafa leve por no pagar la cuenta en el restaurante. Los policía tuvieron que ser atendidos en el hospital.

El dueño del restaurante, al ver en el vídeo cómo golpea el turista italiano, toma conciencia de que podría haber acabado peor. Antes de marcharse a la óptica a por unas gafas nuevas, reflexiona en voz alta que este verano las cosas están cada vez más complicadas.