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El Arzobispado de Barcelona desoye al Govern y mantiene la misa por las víctimas del covid-19

Emprenderá acciones legales contra la medida que limita a 10 personas la asistencia a actos religiosos

El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Juan Jose Omella, preside el oficio religioso en la catedral a puerta cerrada, para cumplir con las medidas del estado de alerta.

El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Juan Jose Omella, preside el oficio religioso en la catedral a puerta cerrada, para cumplir con las medidas del estado de alerta. / periodico

Agencias

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Cerca de 150 personas han participadop en la misa por las víctimas del coronavirus que ha oficiado este domingo el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella,  en la basílica de la Sagrada Família de Barcelona, donde todos los asistentes llevaban mascarilla. La ceremonia se ha celebrado pese a que no contaba con el permiso de la Generalitat. Los asistentes a la misa estaban sentados distanciados entre sí, pero eran claramente más de las diez personas que establece como máximo una resolución del Procicat del pasado día 17 de este mes para las ceremonias religiosas.

La ceremonia ha estado presidida por el cardenal Omella, que ha permanecido sin mascarilla prácticamente durante toda la misa. En su homilía, en catalán y castellano, Omella ha pedido a "quienes tienen el poder, a los políticos, que aúnen fuerzas" porque, a su juicio, "es tiempo de tender la mano y de tener en cuenta el bien común. Fuera del altar, sin embargo, el arzobispado ha emitido un comunicado este domingo en el que lamenta la "injusta y discriminatoria" limitación a diez personas en los actos religiosos, y ha reiterado que en sus ceremonias cumplen con todas las medidas higiénicas para evitar contagios. Por ello, ha anunciado que en los próximos días emprenderán acciones legales contra "la arbitrariedad y la indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y la libertad de culto".

No hubo sacerdotes en los hospitales

En la homilía, Omella también ha agradecido el trabajo de los sanitarios durante las semanas más duras de la pandemia, así como de los "empresarios, religiosos y religiosas, organizaciones caritativas y personas de a pie", ha enumerado. Ha justificado que no hubiese sacerdotes en los hospitales por el hecho de que los equipos de protección individual eran escasos en las primeras semanas y en que no hace falta que llevar el hábito porque para acompañar a las personas que han fallecido "todos los que compartimos la fe" pueden hacerlo.

En su comunicado de este domingo, el arzobispado también ha asegurado el cumplimiento en la misa de "todas las medidas sanitarias vigentes que han sido consideradas suficientes por la administración pública para la apertura ayer y hoy de la Sagrada Família a los turistas, de acuerdo con la insistente invitación del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat de Catalunya por reactivar la vida económica".

Se ha tomado la temperatura

Además, se ha tomado la temperatura a todas las personas asistentes a la eucaristía, que se ha podido seguir en directo por el canal de televisión y la emisora Ràdio Estel (106.6 FM), además de por Internet a través del sitio web diocesano y del sitio web de la basílica de la Sagrada Familia, con más de 300 visitas.

Omella ha presidido la ceremonia sin mascarilla, que sí llevaba a su llegada y se ha vuelto a poner cuando ha finalizado la misa y ha atravesado el pasillo central de la basília entre los aplausos de los asistentes y saludos a distancia.

Seis mujeres jóvenes han participado en la ceremonia, que ha contado también con el Coro de la Sagrada Familia.