Echa a andar el Pacto por Barcelona para reactivar la ciudad tras la crisis sanitaria

“Nos hubiera gustado estar todos y hacernos una foto”, ha afirmado la alcaldesa, Ada Colau, cuando empezaba su intervención en el acto en el que se ha presentado el acuerdo sobre el que se estructura el Pacto por Barcelona para reconstruir lo que la crisis del coronavirus ha destruido en la capital catalana. La alcaldesa ha sido la primera y última oradora de un acto en el que se ha representado, aunque frágil, el consenso entre partidos políticos y entidades de todo tipo para remar juntos.

Cerca de 200 entidades han participado del acuerdo, de Sos Racisme a Pimec, pasando por el Sindicat de Llogaters, Apartur y la Taula del Tercer Sector. Colau ha destacado que con su frase inicial se refería a que el riesgo de contagio impide esa foto ya que la asistencia al acto era limitada. La alcaldesa no aludía, aunque lo pareciera, a que no todos quieren salir en esa foto. Horas antes del acto, la patronal de Foment del Treball se ha desmarcado del pacto y ha acusado a Colau de no dialogar, dejando claro de nuevo la distancia entre las partes. El Gremio de Hoteles de Barcelona suscribió las críticas de Foment en un comunicado.

El plan carece de un calendario y un presupuesto concretos, lo que suscita algunas críticas

Aunque probablemente por motivos muy distintos, también ha rechazado el pacto la Federación de Veïnes i Veïns de Barcelona (FAVB), que lo ha tildado en un comunicado de “vacío, sin concreción y que no plantea los cambios estructurales prioritarios que necesita abordar la ciudad de forma urgente”.

Las 10 prioridades

El pacto presentado hoy parte de la voluntad de combinar el esfuerzo de lo público y lo privado y de tener en cuenta a los agentes económicos y sociales y a la ciudadanía en general, y contempla 10 objetivos concretos con varias medidas en cada caso, si bien no existe en este plan un presupuesto y un calendario concretos. El primer objetivo es reactivar y fortalecer el tejido productivo, con ayudas económicas y de agilización de trámites, entre otras iniciativas. El segundo, apostar por sectores económicos innovadores y potenciar la transformación digital de la ciudad.

El tercero, en síntesis, impulsar la acción comunitaria reforzando los servicios sociales. El cuarto, hacer de la política de vivienda una respuesta a la crisis, con la rehabilitación, la construcción de pisos asequibles, reducir la lista de espera de gente que necesita una casa. El cuarto objetivo de la lista es “reforzar el sistema sanitario y biomédico” de Barcelona y el quinto, potenciar la movilidad sostenible. Siguen en la lista la voluntad de lograr un sistema educativo que dé alas a la igualdad de oportunidades y la de garantizar un mayor acceso a la cultura. Las dos últimas grandes prioridades son “reactivar la ciudad como destino turístico urbano seguro” y consolidar el rol de Barcelona como integrante de redes de urbes y partidaria de “la cooperación y el multilateralismo”.

La imagen de un consenso real aunque precario tendrá una segunda parte en el pleno del próximo viernes si todos los grupos aprueban un fondo de reconstrucción poscovid-19 de 90 millones.

Crítica de Artadi

Después de Colau han tomado la palabra representantes de algunas de las entidades y de todos los grupos: Ernest Maragall (ERC), Jaume Collboni (PSC), Elsa Artadi (JxCat), María Luz Guilarte (Ciutadans),  Josep Bou (PP.), Manuel Valls (Barcelona pel Canvi). Intervenciones de perfil institucional, poco afiladas, con la clara excepción de la de Artadi, que ha denunciado que el pacto presentado es insuficiente e inconcreto.