Las restricciones traen cancelaciones turísticas y quejas del ocio y la restauración en Barcelona

Los efectos colaterales de las restricciones preventivas dictadas hoy viernes por el Govern para el área metropolitana de Barcelona no se hicieron esperar en el ámbito de la hostelería. Las anulaciones de hoteles y de apartamentos turísticos en la ciudad y municipios de costa fueron casi instantáneos, ya que la percepción desde otros países es que Catalunya es un destino de riesgo. En paralelo, numerosas empresas del ocio nocturno y de la restauración devolvieron al desempleo a sus trabajadores.

Los sectores económicos son conscientes de la necesidad de cortar la expansión de los contagios, pero coinciden en lamentar que los «confusos mensajes» desde el Govern no han hecho más que perjudicar a muchas empresas que desde mayo se afanaban en cumplir con estrictas medidas sanitarias.

Los hoteles locales, que poco a poco iban saliendo del letargo (con un 20% abiertos) habían ido mejorando algo sus bajas ocupaciones. Pero el anuncio de confinamiento parcial del Segrià hace unos días ya provocó anulaciones, que ayer se multiplicaron tras la difusión de las medidas para Barcelona, señala Manel Casals, director del Gremi d’Hotels de Barcelona. Así lo confirmaron desde diversos establecimientos consultados por este diario.

Contradicciones para la hostelería

Desde la patronal de la restauración,su director, Roger Pallarols, lamenta la «contradicción» de poder abrir restaurantes al 50% de aforo mientras se pide a la ciudadanía que se quede en casa. «Es como cerrarlos por la puerta de atrás. Es una trampa mortal para muchas empresas. Si quieren hacerlo que lo articulen con ERTES de fuerza mayor y ayudas», ha dicho.

Más grave aún es la situación del ocio nocturno. La Fecalon y el Gremio Provincial de Sales de Fiesta de Barcelona denuncian que el anuncio del Govern «hunde» al sector, que ya contaba con muchos establecimientos cerrados y estaba facturando muy poco.

Nuria Paricio, desde Barcelona Oberta, cree que la afectación al comercio será poca porque sus aforos y medidas ya estaban muy controlados. No obstante, critica el mensaje poco claro del Govern y que se castigue a los negocios que han velado en general las medidas sanitarias, mientras que en el espacio público ha habido relajación y actitudes de riesgo, sin apenas control.