INSPECCIÓN

Barcelona retirará 300 licencias de piso turístico por carecer de cédula de habitabilidad

Pisos turísticos

Pisos turísticos / JORDI COTRINA

Toni Sust

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La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha mirado atrás y ha recordado varias veces este jueves lo que sucedió cuando en el 2014, durante el mandato en el que Xavier Trias fue alcalde de la ciudad, se procedió a una suspensión de las licencias -primero en el centro y luego en toda ella- que se concedían para que una vivienda pudiera convertirse en piso turístico. “En muy poco tiempo”, ha recalcado, se pasó de 3.000 permisos legales a 10.000 en la capital catalana. 

Sanz ha subrayado que el hecho de que el gobierno de Trias anunciara que se acercaba la suspensión propició una avalancha, “en las últimas 48 o 72 horas” previas al límite de entrega, de documentación, comunicaciones y declaraciones responsables que sirvieron para iniciar el proceso de solicitud de las últimas licencias disponibles. 

La teniente de alcalde ha cifrado esa avalancha en unas 1.000 peticiones formuladas en menos de tres días, y ha explicado que los inspectores del consistorio han analizado ahora un volumen similar de licencias para descubrir que por lo menos un tercio de este total estaba vigente sin contar con los requisitos necesarios para operar.

Sanciones por definir

Se trata de 300 licencias de piso turístico que corresponden a titulares que informaron de que cumplían con todas las condiciones cuando en realidad en esos momentos no tenían cédula de habitabilidad. De las 300, 156 no llegaron a tenerla nunca. De esas viviendas, 83 se concentran en seis propietarios y en su mayoría están en el Eixample y en Sants-Montjuïc.

Además de la pérdida de la licencia, vía un procedimiento disciplinario, si se sospecha que ha habido un delito de falsificación documental se pondrá el caso en conocimiento de la Fiscalía. También está prevista la imposición de sanciones económicas, aunque Sanz ha argumentado que no está claro por qué motivos ni con qué cantidades.

La bolsa de alquiler

“Quiero agradecer la labor de los inspectores”, ha declarado Sanz, que ha explicado que ahora se iniciará el proceso de anulación de las licencias: “Será rápido. Durará unas semanas”. La concejala ha destacado que no serán las primeras en caer, ya que ha cifrado en 297 las licencias que el consistorio ya ha anulado durante este mandato y el anterior. 

Entre los motivos en los que se fundamentaron esas retiradas, ha citado casos en los que los titulares de la licencia no coincidían con los de los pisos, o de gente que había dividido la licencia sin permiso para hacerlo. La teniente de alcalde se ha felicitado por el hecho de que en la ciudad haya ahora unos 9.000 pisos turísticos legales, un millar menos, según ha declarado, que cuando Ada Colau llegó a la alcaldía. 

A los titulares de las 300 licencias que se extinguirán les ha enseñado el palo y la zanahoria. Les ha afeado, con un tono de indignación considerable, no tener los papeles en regla y haberse lucrado durante estos años sin derecho a hacerlo, y les ha abierto una puerta a la redención: “Insto a los propietarios de estas viviendas a demostrar que su actuación no era premeditada; un buen ejemplo sería ceder los pisos a la bolsa de vivienda del ayuntamiento”. 

Sanz ha vuelto a formular la petición de que las licencias de piso turístico pasen a tener una vigencia limitada en el tiempo, "que no sean eternas", una decisión que, como ha subrayado, depende de la Generalitat de Catalunya.