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Colau ofrece pagar hasta 1.200 euros por pisos turísticos para familias vulnerables en Barcelona

Piso de Hostmaker destinado al alquiler turístico en Barcelona.

Piso de Hostmaker destinado al alquiler turístico en Barcelona. / periodico

Patricia Castán

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La gran mayoría de los 9.600 pisos con licencia turística en Barcelona llevan meses vacíos a falta de viajeros y previsiblemente así seguirán durante meses a causa de los efectos globales de la pandemia del covid-19. Se trata de una coyuntura insólita que el ayuntamiento quiere aprovechar para negociar una colaboración público privada que permita dar un techo más estable y digno a cientos de familias en situación de vulnerabilidad social que ahora están alojadas en pensiones sufragadas por el municipio. Con ese fin, la alcaldesa Ada Colau ha propuestohoy martes en una carta pública (lleva días negociando con el sector) que los pisos destinados habitualmente al alquiler turístico por días pasen a ser ocupados por dichas familias, con el compromiso del consistorio de abonar entre 700 y 1.200 euros al mes más gastos de limpieza y suministros a sus propietarios.

La reutilización de las viviendas turísticas ha estado sobre la mesa desde el primer día de la crisis sanitaria. Primero fue el sector, representado mayoritariamente por la patronal Apartur, quien ofreció 200 viviendas para colectivos vulnerables que, según la asociación, no fueron utilizadas. Posteriormente, se destinaron otros 250 gratuitamente a personal sanitario. En paralelo, el ayuntamiento intentónactivar un primer plan piloto para incorporar apartamentos turísticos a sus urgencias habitacionales. En la actualidad hay 627 casos de emergencia pendientes de adjudicarles una vivienda tras haber sido valorados positivamente.

La concejala de Vivienda, Lucía Martín, señala que solo dos propietarios reaccionaron a la primera propuesta, que contemplaba un máximo de 900 euros para los pisos más grandes. En aquel momento, Apartur trasladó la inicitiava a propietarios y empresas gestoras, pero no la vehiculó durectamente. Y no es que los dueños de los pisos no busquen una salida alternativa al turismo, sino que están optando por el mercado libre de alquiler, como demuestra que 3.700 viviendas con licencia hayan tomado ya ese nuevo destino, afirman, tras encuestar al sector.

Más dotación

Colau confía ahora en que la propuesta más generosa del ayuntamiento, desde 700 hasta 1.200 euros, tenga más éxito. La alcaldesa enfatiza que su administración garantiza el pago de estos arrendamientos, así como de los gastos de suministros y limpieza, por un plazo de hasta año y medio. Apela a "las necesidades de emergencia habitacional" que vive la capital catalana, agravadas por el coronavirus y las condiciones necesarias para un confinamiento, y a que el sector turístico recupere a su vez "parte de las pérdidas" que ha comportado esta crisis. 

Desde Apartur dan por hecha la colaboración si se articulan bien los acuerdos y contratos temporales. Una vivienda turística alquilada por días puede generar fácilmente más de 120 euros al día. Y las cifras se disparan según el tama'ño y las zonas.