EN CIUTAT VELLA

Un vertedero en la puerta de la escuela

Familias de la Escola Bressol Municipal Aurora, en el Raval, denuncian la incompatibilidad del equipamiento con el punto de recogida de basura instalado en su fachada y constantemente lleno de todo tipo de suciedad

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Helena López

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La desagradable escena se repite un día tras otro; prácticamente sin excepción. La Escola Bressol Municipal (EBM) Aurora -ejemplar por su modelo educativo y comunitario y sus instalaciones interiores- recibe y despide a sus pequeños alumnos con una montaña de basura en la entrada. Basura muy diversa; desde somieres o colchones -las familias temen que llenos de chinches- hasta cristales rotos de una tele abandonada o simplemente bolsas de basura abiertas o cerradas apiladas en el suelo en vez de dentro de los agujeros, a la altura de la cara de los alumnos mayores, los de tres años, que ya entran andando.

El punto de recogida neumática que atrae al resto de basura estaba allí -en el 24 de la calle de Aurora, en el corazón del Raval- antes que el colegio, que abrió en enero del año pasado, y nadie pensó que un jardín de infancia y un punto de recogida de basura fueran equipamientos incompatibles en un mismo espacio. La realidad lo ha hecho evidente. El problema no es la basura que va dentro del punto, sino la que queda fuera, que es, si no la mayoría, una parte muy importante. "La cuestión no es que no pasen a limpiar, el problema es que la acumulación es constante. Pasan y a los 15 minutos vuelve a estar igual. La solución es cambiar el punto de recogida de sitio y eliminar del imaginario colectivo este lugar como el lugar en el que dejar la basura. Hasta que hagamos esto la situación no cambiará y la situación es insalubre. Insostenible", señala Pablo Peralta, presidente del AFA de la escuela. "Hay días que tenemos que llamar a los servicios de limpieza para que vengan a retirar bultos para poder abrir la puerta de emergencia", añade el padre.

Dos mundos, dentro y fuera

Eva Rodergas, otra madre de la escuela, comparte el diagnóstico con Peralta. "La escuela es total. Es preciosa. Todos los profesionales están súper entregados, súper motivados. Estamos encantados con el proyecto. Pero, ¿por qué tenemos que estar rodeados de basura?", se plantea. "Es un horror. Hemos tenido cucarachas y tuvimos que cerrar incluso la cocina unos días por una plaga de ratones. ¿Tan difícil es de ver que el punto de recogida no puede estar en la fachada de una escuela infantil, cuyos alumnos son bebés? No es ya por los olores, es por una cuestión de higiene y seguridad", prosigue Rodergas. 

"La escuela es total, los profesionales están súper motivados, estamos encantados; pero ¿por qué tenemos que estar rodeados de basura?"

Eva Rodergas

— Madre de la escuela

Desde el distrito de Ciutat Vella responden que la acumulación de residuos en el punto de recogida neumática de la calle Aurora "se debe principalmente a un problema de incivismo y mal uso del punto: residuos fura del buzón, muebles fuera del día de recogida y elementos que embozan el sistema, etcétera". Efectivamente es así. La misma voz municipal señala que "desde hace meses los servicios de limpieza trabajan por minimizar las molestias que este hecho puede ocasionar y se ha incrementado la recogida en ese punto, y se han hecho acciones de comunicación y prevención entre el vecindario y los comerciantes de la zona".

Acciones de las que las familias son conscientes y agradecen, pero consideran, vistos los resultados, totalmente insuficientes. "Si el punto sigue aquí, seguirán las basuras, a no ser que tengan a un agente 24 horas controlando que no se tire nada fuera de su lugar", insisten las familias del colegio infantil, quienes también hicieron una campaña de comunicación en varios idiomas que tampoco funcionó. "Entrábamos 'bústies ciutadanes', fotos de la situación cada mañana, hasta que nos acabaron dando el teléfono del responsable de limpieza para que le llamáramos directamente a él cada vez, pero esa no es la solución. No podemos estar llamando cada día a la brigada", concluyen.