La noche más corta del año

Barcelona cerrará las playas durante la verbena de Sant Joan

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zentauroepp48776286 bcn sant joan200610132901 / Laura Guerrero

Óscar Hernández

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El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido cerrar las playas de la ciudad durante la verbena de Sant Joan para evitar la concentración de numerosas personas en plena 'era covid' y prevenir así un posible contagio masivo por coronavirus. La tradicional fiesta, según los responsables municipales, tendrá que ser "íntima y familiar", y esa noche sólo se permitirán contadísimas hogueras, siempre con permiso, de no más de un metro cuadrado.

La medida ha sido anunciada esta tarde por los tenientes de alcaldía de Ecologia, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, y de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, en una rueda de prensa celebrada en el ayuntamiento. El motivo es la dificultad de garantizar la mínima distancia interpersonal de dos metros para evitar contagios en una celebración de estas características, como demuestran las imágenes de la verbena del verano pasado en las playas de Barcelona.

Fuentes de la Conselleria d'Interior han explicado que la competencia sobre las playas y su uso en la verbena es municipal y que por tanto no habrá un veto generalizado de obligado cumplimiento que afecte a toda Catalunya.

De ocho de la tarde a 10 de la mañana

Sanz se ha referido al necesario "carácter familiar de la verbena que ha de servir para reencontrarse con las personas queridas". Por ese motivo, no sólo se impedirá el acceso a las playas urbanas desde las ocho de la tarde del 23 de junio y hasta las 10 de la mañana del día de Sant Joan, sino que tampoco se podrán hacer verbenas populares masivas en la ciudad. "No habrá ninguna actividad festiva y por eso proponemos hacer la fiesta en casa o en el mismo barrio", ha insistido la tniente de alcalde.

En el caso de que alguna comunidad de vecinos decida realizar alguna actividad deberá atenerse a las normas que dicte la fase en que se encuentra la ciudad, según los responsables municipales. El número de fase también marcará si el transporte público funcionará o no toda la noche como en anteriores verbenas. "Eso no está decidido porque no sabemos si la fase lo permitirá, pero si estamos en la nueva normalidad, sí que funcionará el metro", ha apuntado el teniente de alcaldía Albert Batlle.

"En esta fase final tenemos que hacer las cosas aún mejor y el reto debe ser ahora hacer de esta verbena una fiesta de reencuentro, más íntima, en un formato familiar", ha añadido Batlle. "El cierre de playas obedece a una prodencia mínima", ha aclarado, a la vez que ha detallado que la Guardia Urbana vigilará el litoral y que se instalarán vallas y cintas para prohibir el paso a la arena.

Hogueras, pocas y pequeñas

El responsable de los bomberos municipales y la Guardia Urbana también ha aclarado que no habrá este año grandes hogueras. "Serán de como máximo un metro cuadrado y siempre con el necesario permiso municipal", ha dicho, aunque sí ha remarcado que se celebrará La Flama del Canigó. "Las entidades ya saben que normas deben aplicar", ha dicho.

Como es tradicional también habrá un amplio despliegue policial para realizar controles de alcoholemia durante la noche más corta del año, aunque tanto Batlle como Sanz han insistido en pedir a los ciudadanos que esa noche no se desplacen y se mantengan en sus domicilios o en su entorno más inmediato.

En la comparecencia ante los medios para hablar de la verbena también ha participado Carme Borrell, gerente de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, quien se ha mostrado optimista sobre la evolución del covid-19 en la ciudad. "Los indicadores son favorables, muy buenos, pero el coronavirus sigue en nuestro medio y tenemos que seguir vigilando. Debemos seguir con la prevención y la protección de todas las personas y una forma de hacerlo es evitar las aglomeraciones", ha afirmado.