El ocio nocturno reclama un plan de reapertura y alerta del botellón

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Patricia Castán

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¿Es factible salir de marcha con mascarilla, sin compartir un trago en un momento dado y sin sucumbir a la efusividad en la pista de baile o la barra según avanza la noche? Está claro que no es misión fácil. Pero el sector del ocio nocturno afirma que tiene mucha más capacidad para proporcionar fiesta con prevención sanitaria anticovid-19 de la que se pueda dar en los botellones, raves y saraos domésticos que proliferan en ausencia de discotecas y bares musicales abiertos. Con ese enfoque y un elaborado protocolo de medidas de seguridad, los negocios del ocio reivindican con urgencia un calendario de aperturas escalonado que permita su supervivencia y planificación de cara a salvar parte del verano. Recién transferidas las decisiones de la fase final de desescalada a las comunicades autónomas, las patronales locales piden al Govern que facilite el camino para estar 100% operativos lo antes posible.

Las imágenes del pasado sábado por la noche en la discoteca- restaurante Opium, donde se apreciaba el acercamiento entre clientes de distintas mesas corrieron como la pólvora en redes sociales. La asociación Fecasarm y el grupo Costa Este replicaron que había sido un momento puntual, que no se celebraba ninguna fiesta, y que el grupo fue disuelto enseguida. Parecidas situaciones se han repitido en Go Beach, en el Port Fòrum, esta semana. Ambos tienen abierta la terraza por su doble licencia. Si difícil es contener los flujos de gente (véase el horario de deporte o paseos en la Barceloneta, o el metro, en algunos momentos), más complejo resultará en un contexto de brindis, diversión y baile. Pero desde el sector, y con los últimos resultados de contagios, insisten en que no se puede marginar al ocio nocturno –también como reclamo turístico– mientras que otros negocios de la hostelería y actividad recuperan la senda de la llamada nueva normalidad.

Cambios constantes

La guinda a tanta incertidumbre para asociaciones como el Gremio de Empresarios de Discotecas de Barcelona y Provincia, la Fecasarm (con unos 500 asociados en Catalunya) o la Fecalon fue la publicación el sábado en el BOE que excluía de la fase 3 la apertura del ocio nocturno con aforo limitado prevista, ante las reticencias de alguna comunidad, como Balears. De no haber sido así, locales de Tarragona habrían levantado la persiana en cuestión de días, y el resto, según regiones sanitarias, podrían estar activos (con restricciones)a principios de julio. Ahora, tendrá que ser el Govern quien lo determine. ¿Antes o después de las previsiones? 

Ramon Mas, secretario general del gremio barcelonés y de España de Noche (la patronal oficial del ocio) tienen previstas reuniones con distintos departamentos del Govern para tratar de aclarar «la planificación» de la temporada. «Estamos indefensos, no sabemos si se podrá abrir en verano ni cómo, de manera que es muy  difícil gestionar las plantillas», cuenta. Desde la Fecalon, Fernando Martínez alerta de que un estudio realizado entre 400 empresas catalanas revela que el 40% de empleados afectados por ERTE en el sector  del ocio (que suma unos 3.700 negocios y 38.000 empleos en toda Catalunya) aún no han recibido ninguna prestación.

De la mano de los municipios

Desde Fecasarm, su secretario general, Joaquim Boadas, aboga por la creación de una mesa de trabajo sectorial junto con Salut, y porque el Govern se alíe al respecto con los ayuntamientos, que conocen mejor la realidad local, para facilitar «salvar el verano». En especial en las discotecas y bares musicales del litoral de Barcelona y el resto de la costa, para los que representa la temporada alta. 

 Algunos operadores de grandes salas explican que abrir al 50% y sin turismo ni estudiantes, no les permitirá salir del endeudamiento de los últimos meses, por lo que abogan por solo un par de semanas a medio gas antes de dar el salto a la plena operatividad, con todas las medidas sanitarias viables. Otros, en zonas de la ciudad más concurridas a partir de otoño, datan septiembre como fecha tope para funcionar al 100% sin poner en riesgo su continuidad.

Ramon Mas enfatiza que es precisamente el ocio nocturno quien tiene más capacidad de control de su clientela, en tanto que cuenta con controladores de acceso, vigilantes, agentes cívicos... Y recuerda que el público más joven no pasará el verano recluido en casa, sino que buscará alternativas mucho más descontroladas y de impacto vecinal, como empieza a suceder con los botellones a la fresca. Las escenas de jóvenes bebiendo al anochecer en la calle ya han comenzado en el entorno de la Barceloneta o Sant Antoni, entre otros.

La parálisis forzosa del ocio nocturno ha llegado justo después de dos años de buenos resultados tras la crisis económica que llevó al cierre de muchos locales. Hay temor de que sin ayudas a alquileres y medidas fiscales, la noche vuelva a estar en jaque. 

Protocolos sanitarios de prevención

Desde que el ocio nocturno se reactivó en países afectados, el sector ha ido trabajando para elaborar un protocolo que dé seguridad a usuarios y trabajadores. La federación España de Noche ya ha tomado nota de los ajustes que les ha transmitido Sanidad para su redactado final. Esta guía preventiva, de aplicación voluntaria y que permite tener un sello de calidad certificado, recoge de la organización de las distancias (para la primera etapa de reaperturas) entre clientes hasta la manipulación de prendas en guardorropía, la aplicación de hidrogel en distintos espacios o la recomendación de uso de los llamados privados en los locales, que favorecen que el usuario se instale en una mesa reservada. Fecasarm también  ha impulsado un distintivo sanitario en Catalunya, que incluye nebulización para desinfectar salas.

Algunos locales del ocio fuera de concesión se resisten a cerrar

La nueva etapa de gestión municipal y de renovación que afronta el Port Olímpic implicaba el cierre definitivo – acabada la concesión–  del ocio nocturno del Moll de Mestral el día 30 de abril. A causa del covid-19, el ayuntamiento lo prorrogó al 31 de mayo. Sin embargo, esta semana diversos locales seguían abiertos (sus terrazas), alegando que no han recibido por escrito esa notificación. El consistorio aseguró estar trabajando para el cierre final. Los restaurantes del Moll de Gregal sí han sido prorrogados hasta que vuelvan a abrirse nuevas concesiones.