PLENO MUNICIPAL

Barcelona lamenta y rechaza el cierre de Nissan

Los grupos aprueban por unanimidad una moción contra la decisión empresarial y se lanzan algún reproche

Minuto de silencio en el pleno del Ajuntament de Barcelona

Minuto de silencio en el pleno del Ajuntament de Barcelona / periodico

Toni Sust

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Después de un minuto de silencio por las víctimas del covid-19, el pleno municipal de Barcelona se ha iniciado con un debate sobre la peor noticia que la ciudad ha recibido en un contexto en el que las malas noticias son la norma. El cierre de Nissan ha generado un debate de urgencia en el salón de plenos que prometía convertirse, por lo menos parcialmente, en un funeral con algún cruce de reproches. Los grupos han aprobado por unanimidad una moción de rechazo a la decisión empresarial, de apoyo a los 3.000 empleados directos y 20.000 indirectos a los que afecta el cierre, que llama a no dar por perdida la causa e insta a Nissan a contemplar alternativas para mantener los puestos de trabajo que están en peligro.

“Es una crónica de una noticia anunciada”, ha empezado Ernest Maragall. El presidente del grupo de ERC, que ha afirmado que habrá que dar “batalla” en defensa de los trabajadores. Jordi Martí, concejal de Presidencia, ha mostrado su solidaridad con los empleados y ha hablado de “decisión equivocada” de la empresa. “La industria es básica en el modelo económico de la ciudad”, ha recalcando. Martí ha pedido unidad de las administraciones: “Esto no puede convertirse en la enésima pelea”.

El futuro del sector

El jefe de filas del PSC en el consistorio y primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ha asegurado que Nissan generó “falsas expectativas” en la plantilla y ha recordado que otras grandes empresas del sector, como Seat, superaron grandes crisis.

La concejala de Junts per Catalunya Elsa Artadi ha empezado con un recuerdo para las familias afectadas: “Creemos en la viabilidad de esas plantas. Nosotros sí que creemos en el futuro del sector automovilístico”. La frase contenía el primer reproche, aunque velado, al gobierno de Ada Colau. Era una alusión a las declaraciones en las que al teniente de alcalde Janet Sanz invitó a no recuperar el sector después de la crisis del coronavirus. Artadi subió la intensidad del reproche: “Ha habido ligereza a la hora de demonizar al sector. Eso hace perder confianza e inversiones, y que cierren plantas y se pierdan lugares de trabajo”.

Luz Guilarte, presidenta del grupo de Ciutadans, ha iniciado su turno ya con reproches. Primero, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por dar por hecho tiempo atrás que Nissan no cerraría. También ha lanzado capones al consistorio y el Parlament, más genéricos. El grupo de Guilarte es el único que ha declinado la posibilidad de que algunos de sus concejales asistieran al pleno físicamente y lo han seguido desde su casa por vía telemática.

Las administraciones

Josep Bou ha afirmado: “La pérdida es irreparable. Y tengo la sensación que se podría haber hecho algo más desde el ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno del Estado. Las empresas quieren que se las ayude”. El concejal del PP ha dicho que en algunos casos la culpa de las administraciones es por acción y en otras, por omisión.

Por Barcelona pel Cavi, Manuel Valls ha subrayado que el problema no nace ahora: “Hay que decir la verdad. La crisis del automóvil empezó antes que la del coronavirus. Y la planta de Nissan ya tenía grandes retos”. El concejal de Barcelona pel Canvi ha sido el primero que ha mencionado el proceso independentista como uno de los motivos de estas situaciones. “Hay que cambiar radicalmente el discurso de Barcelona”, ha añadido, en otra presumible alusión a lo que Sanz afirmó.