La vuelta al bar tras 71 días

Reabren las terrazas de la restauración en Barcelona con la entrada de la capital catalana en la fase 1

Reabren las terrazas en Barcelona y Madrid

Ambiente en las terrazas de los bares y restaurantes de Barcelona y Madrid. / periodico

CARME ESCALES

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Propietarios de bares y restaurantes de Barcelona se afanaban este domingo a limpiar su mobiliario exterior y disponerlo según las normas para acoger a sus primeros clientes, tras el anuncio este viernes de la entrada de la capital catalana en la fase 1 de desescalada del confinamiento. La mitad de mesas del aforo habitual de terrazas de bares y restaurantes y a dos metros una de otra.  

En la plaza de la Sagrada Família, 21, Bismarck, al frente de una de las franquicias de cafetería 365, preparaba la señalización y los productos de desinfección. “Tendremos que desinfectar mesas y sillas después de cada servicio, y también el baño”, dijo. Sin turistas, confía en las ganas de vecinos, quien pasea o sale a hacer deporte de sentarse a desayunar o merendar.  

Desde la Rambla de Catalunya, 56, Ivan, propietario del bar cafetería Rovica, disponía 6 de las 12 mesas habituales de su terraza. “Nadie nos ha dicho nada, solo el gremio de restauración nos ha enviado indicaciones, como que el camarero que esté dentro no puede servir fuera”, declaró.        

Pizarras con los menús, cartas plastificadas o de un solo uso o códigos QR para acceder a la cartde evitarán contactos, igual que la distancia de seguridad. Habrá gel desinfectante junto a las mesas y para usar antes y después de utilizar el lavabo. El centenario Cafè de l’Òpera también adecuaba su terraza, 5 mesas en lugar de 10 y dos sillas por mesa. La mítica cafetería abrirá el martes “para observar primero cómo se comporta la Guardia Urbana con el control de medidas en terrazas”, explicó el dueño, Andreu Ros. En su establecimiento mantendrán los precios de interior en la terraza. “Hasta que no podamos abrir en el interior, fuera tendremos los mismos precios que dentro”, afirmó, explicando también que será un único camarero el que tocará el dinero y el cambio se entregará dentro de un sobre. 

Y las croquetas de Susana Ruiz, la dueña de El Patán del Poble Sec, a partir de hoy también vuelven a servirse en su terraza del número 33 de la calle de Blai. “Me hace feliz que nuestra clientela sea del barrio y zonas próximas. Muchos de ellos durante esta etapa del take away nos daban muchos ánimos”. Fruto de la incertidumbre y dudas sobre la normativa, se ha creado un grupo de Bares del barrio (se comunican por mail y Telegram) que cuenta ya con más de 40 inscritos, entre los que está El Patán.  

En el barrio de Sant Antoni, el dueño del Bar Calders (Parlament, 25), Marc Lamarca, recogía este fin de semana reservas de clientes enviadas por Whatsaap tal como pidió en las redes sociales, para evitar aglomeraciones y espera para las cinco mesas con un máximo de 20 personas que tendrán. “Tenemos espacio suficiente para ampliar, pero el teléfono para solicitarlo se activa este lunes y no sabemos cuánto tardará en tramitarse el permiso”. Con ganas de volver a ver a sus clientes, Marc, que lleva el bar junto con su padre, Ramón, han preparado el Gintonic del confinado, a 5 euros, con un euro de donación para la oenegé del barrio de Sant Antoni, De veí a veí. "Todo esto está siendo muy complicado, muchas normas, mascarillas para trabajar, distancia entre todos, y las reservas, que es lo más antibar que existe. Pero es más para dar un servicio y volver a vernos, para sobrevivir y arrancar la maquinaria", declara Lamarca.

Obras sin finalizar

Desde la avenida de Gaudí, Baptiste, dueño del restaurante El Piso Bar, donde han estado preparando estos días comida para llevar, elucubraba cómo montar dos mesas en su acera, pues está totalmente levantada por unas obras del ayuntamiento que, pese a un cartel que anuncia bien clara su finalización este domingo, 24 de mayo, seguía inacabada y el enorme surco rodeado de vallas. "Nosotros pagamos los impuestos y, si fallamos en algo, nos llega la multa inmediatamente, pero mira esto, mañana no sé cómo voy a poner las dos mesas sin molestar a los vecinos", se preguntaba Baptiste. 

Un poco más abajo, en la misma avenida de Gaudí, Sara y Toni también se afanaban a prepararlo todo para volver a servir platos este lunes, aunque sea solo en cuatro mesas, la mitad de las que tienen normalmente en su terraza. "Ya llevamos dos o tres semanas limpiando a fondo y preparando la ubicación del hidrogel", explican desde la Braseria Cal Ramon, con especialides de carnes y verduras a la brasa. Han tenido que hacer un ERTE del personal y, de momento, como son pareja, confían en poder llevarlo a solas estos primeros 15 días.

Cerca de allí, Sebas y Carmen del bar Sorio, que es sede barcelonista de la Penya Cor Culé, en la calle de Indústria, 120, ya tenían desde el sábado bien limpias sillas y las dos mesas que podrán montar, de momento, en su terraza. En el interior, se ocupaban de limpiar y preparar los productos de desinfección. Sebas escribía en una pizarra su oferta de productos, menú diario y bocatas y la advertencia: "Solo servicio terraza y llevar. Tiempo máximo consumición 20 minutos". Muy a su pesar, comentaba, se aseguraba así de no tener que acumular cola para tomarse un café, esperando que la gente se solidarice con sus medidas excepcionales. También lamenta la desinformación y lo que leen como un gran maltrato del consistorio a las terrazas de la ciudad. "Ya me dirán quién les va a pagar lo que estamos dejando nosotros en impuestos. Más de mil euros anuales un pequeño espacio en la acera como el nuestro en un barrio, ahora multiplica por todas las terrazas de la ciudad y más las del centro que serán mucho más caras, cuántos ingresos y, sin embargo, cuánto quieren fastidiarnos", dice el dueño del bar Sorio. "La gente quiere ir a los bares y sentarse en una terraza, es signo de libertad y tranquilidad, y más ahora después de tanto tiempo en casa", añadía.

Hoteles

Mamparas de metacrilato en la recepción, señalización de distsancia en el suelo, mandos de TV plastificados, check-in con el móvil y desayunos en la habitación son las medidas más destacables en hoteles que a partir de hoy abren en Barcelona. El sector no espera superar el 5%, confían en que la restricción de movilidad entre provincias se levante en breve y la reactivación del turismo extranjero a partir del 22 de junio, aunque asumen que este año el negocio está perdido.