Barcelona celebrará plenos telemáticos el 17 y el 30 de abril

La oposición municipal,  que ya habitualmente tiene un papel secundario y de difícil destacar, porque así es la vida en los ayuntamientos, ha visto como la crisis sanitaria la dejaba absolutamente arrinconada. Varios grupos protestaron por ello y reclamaron la celebración de un pleno, después de que se suspendiera el de marzo. La junta de portavoces del consistorio se ha reunido este martes y ha fijado un calendario ajustado a la realidad del confinamiento al que han llevado las precauciones contra el COVID-19.

Finalmente, se celebrará un pleno extraordinario sobre al crisis del coronavirus el 17 de abril y un pleno ordinario el 30 de abril. Serán dos reuniones telemáticas del plenario, si bien en alguno no se descarta que la alcaldesa, Ada Colau, y los jefes de grupo, estén físicamente en el ayuntamiento.

Antes del pleno del 30 de abril se celebrará una única comisión previa, cuando normalmente lo hacen varias sectoriales durante una semana. A principios de mayo, los distritos celebrarán sus plenos.

Protesta de la oposición

Los grupos de la oposición han criticado la actitud del gobierno por considerar que ha actuado sin escuchar a sus rivales. El portavoz de ERC, Jordi Coronas, que ha recordado que hace 39 días que Barcelona no celebra un pleno, ha explicado que no se ha llegado a un acuerdo, que los grupos de la oposición solo han podido “opinar” y que no se ha podido votar ninguna propuesta. Coronas ha afirmado que el portavoz del gobierno, el concejal Jordi Martí Grau, ha recordado que es potestad de la alcaldesa, Ada Colau, decidir si hay plenos y cuándo.

Coronas ha considerado que se ha “menospreciado” a la oposición, ya que Martí les ha dicho que tendrían una respuesta en 48 horas y que después les ha anunciado rápidamente las fechas de los plenos: “Entendemos que tenían la decisión tomada. No tenía sentido convocar la junta de portavoces.

Un comunicado de Junts per Catalunya tilda de “prepotente y de menosprecio” la actitud de Martí por no permitir que se votará ninguna propuesta, si bien se felicita en el mismo texto porque el gobierno haya admitido su demanda de celebrar los plenos. Los poscovergentes denuncian que Colau y sus socios del PSC solo querían celebrar un único pleno, el extraordinario.