coronavirus

Suspensiones de empleo fulminantes en la hostelería y el comercio

Numerosas empresas dejan temporalmente sin trabajo ni sueldo a sus plantillas con el argumento de que los negocios sobrevivan a la crisis

Un camarero trabajando en la Rambla de Catalunya.

Un camarero trabajando en la Rambla de Catalunya.

Patricia Castán

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Cuando el Govern publicó la prohibición de abrir bares y restaurantes hacia las diez de la noche del viernes, solo unos pocos negocios habían decidido ya voluntariamente el cierre. La mayoría esperó la orden expresa y en muchos casos, en cuestión de horas ya comunicaron a sus empleados, amparados en la «fuerza mayor», que les dejaban temporalmente sin empleo ni sueldo. Al menos 15 días a contar desde el 14 de marzo, aunque a nadie se le escapa que será seguramente por más tiempo.

Luis, que lleva años trabajando de camarero en un importante restaurante de Barcelona, estuvo sirviendo mesas a algunos turistas y a los ciudadanos que quisieron cenar fuera de casa antes del anunciado cierre a medianoche. Por la mañana ya desayunó ayer sábado con un email de la empresa donde se le comunicaba que de momento se quedaba sin trabajo. Como él, otros muchos empleados de bares, hoteles, comercio u ocio, entre otros, se han quedado sin ingresos, pendientes de pasar a cobrar el paro y sin tiempo para pensar cómo reajustar sus gastos. «¿Cómo pagaremos el alquiler este mes?», se pregunta Luis.

Una joven que trabaja en una macrodiscoteca que no quiere identificar relata que toda la plantilla se ha quedado temporalmente sin trabajo. "Ha sido tan de sopetón que no sabes cómo organizarte económicamente, hace solo unos días nos dijeron que reducirían el aforo y solo se prescindiría de una parte del personal de refuerzo, pero de repente nos hemos ido todos a la calle", agrega. Y lo que más le preocupa es que dure meses, ya que vive en un piso compartido que no podría seguir pagando y no quiere volver a casa de sus padres para no ponerlos en riesgo por su edad avanzada.

Muchas empresas

Diversos grandes grupos de restauración y de discotecas confirman a este diario que ya ha tramitado a toda velocidad los expedientes de regulación temporal de empleo.

Por contra, afectados asalariados del sector  coinciden en lamentar que se haya producido tan fulminantemente, «sin esperar ni siquiera a ver qué pasa tras esas dos semanas». 

Desde el Gremi de Restauració de Barcelona, su director Roger Pallarols, justifica que la medida temporal es  «imprescindible» para aligerar «cargas económicas de los negocios» y posibilitar su posterior supervivencia. Insiste en que de esa manera a la postre se salvarán las empresas y los puestos de trabajo. 

En los hoteles, que estos días tienen una baja ocupación, se ha prescindo de las contrataciones temporales que suelen empezar en primavera y se han reducido ya los equipos, señalan fuentes de diversos establecimientos, algunos de gran lujo.

En otro sector, Isabel L., con una peluquería con 12 empleados en el Eixample, afirma que por ahora mantendrá su negocio abierto pero solo con dos profesionales, mientras que optará por un ERTE para el resto. Dice «no tener más remedio» para preservar la continuidad del negocio tras la crisis sanitaria.