DEMANDA HISTÓRICA EN SANT ANTONI

Barcelona inicia el proceso de expropiación del solar del viejo Talía

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zentauroepp50524710 barcelona 22 10 2019 barcelona concentraci recuperarem e200309101103 / MAITE CRUZ

Helena López

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En el número 100 del Paral·lel se levantó en el año 1900 un teatro, el segundo de la avenida (el primero fue el Español, construido muy pocos años antes). Durante su dilatada historia, como muchos de los teatros de la avenida, alternó épocas de teatro y de cine, hasta que lo compró Paco Martínez Soria, quien decidió centrarse exclusivamente en el teatro hasta su cierre y posterior derribo, en 1988. Desde entonces, hace más de tres décadas, el espacio, que nació con el nombre de Delicias, pero ha pasado a la posteridad como Talía, ha sido un enorme solar abandonado al sur de Sant Antoni. Enclave estratégico en el corazón de la ciudad, en la frontera con el Poble Sec y el Raval, que lleva años siendo reivindicado por el tejido asociativo de la zona y cuyo desenlace parece estar un poco más cerca: el pasado jueves, la comisión de gobierno municipal aprobó la reserva de cerca de cuatro millones de euros para iniciar el proceso de expropiación.

El concejal del Eixample, Jordi Martí, destaca la necesidad de suelo para levantar vivienda. Pese a estar calificada como equipamiento, esa etiqueta permite levantar allí vivienda dotacional. "La propuesta con la trabaja el distrito, y que llevaremos a debate, cuando abramos el proceso participativo, es construir vivienda dotacional y trasladar a los bajos el Centre Cívic Cotxeres Borrell, cediendo así el actual espacio que ocupa el centro cívico a la escuela Ferran Sunyer, que necesita esos metros", señala el concejal.

Primera promoción pública en la avenida

La teniente de alcalde Janet Sanz específica que en la zona podrían levantarse 70 nuevas viviendas, las primeras públicas en una zona tan emblemática como el Paral·lel. "Es la hora del Talía. No podemos esperar. Una vez se consensúen los futuros usos iniciaremos la redacción de los proyectos, no podemos esperar a que se termine el proceso de expropiación para empezar, que puede alargarse dos años", expone la concejala Sanz, quien apunta también que estudiarán si en el impás pueden instalar un Aprop (las famosas viviendas provisionales en contenedores de barco).

La fundación Talía Olympia es la entidad de la zona que más tiempo lleva reivindicando ese espacio baldío, un caramelo en el corazón de esa jungla urbanística llamada Barcelona. Toni Oller, su presidente, lleva años reivindicando en todos los escenarios posibles que ese terreno vuelva a llenarse de cultura. "El Talía que reivindicamos es el que programaba a Tete Montoliu en 1962", ejemplifica Oller, quien ve compatible el traslado del centro cívico, la construcción de vivienda y la recuperación de la memoria -y la historia- del Talía. Una de las opciones planteadas sería rebautizar el centro cívico como Talía, reservar un espacio destacado al teatro en su programación y buscar un lugar para la memoria del Paral·lel (algo que también se está trabajando en el lento proceso de recuperación del vecino <strong>Arnau</strong>). 

Xavier Caballé, miembro de Fem Sant Antoni, explica que el próximo 18 de marzo han convocado una asamblea vecinal -en la que también participará la asociación de vecinos y la entidad De veí a veí, fuerzas vivas del tejido vecinal- para trabajar en una propuesta de consenso para el solar, con el objetivo de agilizar su transformación. Una de las ideas que propondrán desde Fem Sant Antoni es que al menos una parte de las viviendas dotaciones que se construyan sean para jóvenes. "Una de las urgencias del barrio para frenar el proceso de gentrificación es asegurar que nuestros jóvenes puedan vivir en él", resume Caballé. 

Un enclave con historia

En noviembre del 2016, una sociedad compró el solar al banco Santander con la intención de construir una residencia de estudiantes, la única vía para introducir camas en el presionado lugar, cuya calificado urbanística como equipamiento vetaba ya desde un un inicio un nuevo hotel. Al poco tiempo, el gobierno municipal anunció una suspensión de licencias en varios solares del Eixample para hacer una reserva de suelo para futuros equipamientos que afectó al solar.

La resolución, aprobada en el 2018, daba un margen de cuatro años al consistorio para expropiar los terrenos, algo que parece estar algo más cerco tras lo aprobado el jueves. "Esperamos que nos expropien ya. Ya que sabemos que no podemos hacer nada con este terreno, cerremos el asunto. No puede ser que ni hagan ni dejen hacer", denunciaba en octubre un portavoz de la propiedad. Lo hacía tras las protestas de los vecinos por la dejadez del espacio, en el que se instaló un asentamiento de personas sin hogar y los vecinos de las fincas colindantes denunciaron una situación de insalubridad.