ÉRASE UNA VEZ EN EL BARRIO... 14

Colau escatima al Ateneu Divers el local que necesita

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Toni Sust

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Rosana tiene 36 años y lleva 12 acudiendo al Ateneu Divers, un centro que cuenta con un centenar largo de usuarios, adultos con discapacidad intelectual ligera. Rosana suele acudir los lunes, los miércoles y los jueves. Allí estudia o ha estudiado inglés, catalán e italiano. Empezó francés, pero ese curso decayó por falta de alumnos. Va por las tardes, porque por las mañanas trabaja en una oficina pasando datos a ordenador. Vive con sus padres en el Baix Guinardó. Tras varios años sin acudir, Rosana se planteaba muy seriamente el pasado miércoles ir a la sesión de discoteca, de seis a ocho de la tarde, que estaba prevista en la entidad este sábado, algo que sucede una vez al mes.

Lo tiene clarísimo Román Álvárez, 40 años, más o menos el mismo tiempo como usuario del Ateneu Divers que Rosana. Él a la discoteca no falla nunca. Aunque a veces, como otros, va sencillamente a pasar el rato al local, que todavía está en la calle de Pàdua, 30, en el barrio del Putxet i el Farró.

Román, que trabaja en un supermercado como mozo de almacén y vive con su hermana en Nou Barris, también asiste a clases que se dan en el centro. Por ejemplo, a las que están programadas para enseñar el uso correcto del euro, a no equivocarse en los cambios de la compra.

El local todavía está en Pàdua, 30, en el Putxet i el Farró, en Sarrià-Sant Gervasi, pero pronto el Ateneu Divers se irá  a Gràcia, a la Salut. Así ahorrará un tanto en el alquiler. No mucho, pero lo suficiente para seguir. «Tenemos 10 años de contrato», subraya el portavoz de la entidad, Rubén Sánchez Ruiz. Y en esos 10 años, el Ateneu Divers se propone lograr un local de titularidad municipal, un espacio de la ciudad, a poder ser cooperativo, como otros que le vienen a la cabeza a Sánchez: un can Batlló en el que asentarse sin tener que sudar sangre para pagar el alquiler, con el fin de poder destinar los recursos a otras actividades principales para los usuarios.

Tres locales

La entidad cuenta con tres décadas de actividad. Antes estuvo en la calle de la Torre, 7, en el mismo barrio, en la parte del Farró. En Pàdua el problema tiene varias vertientes. Porque una es que el alquiler ha subido, pero la otra, la verdadera razón de fondo del problema, es que en Barcelona una entidad como el Ateneu Divers no puede disponer de un espacio municipal. O eso parece.

Rubén Sánchez no está para bromas con estas cosas. Quiere dejar claro un aspecto. No es una buena noticia haber encontrado el local de la Salut al que la entidad tiene planeado trasladarse en abril. Es supervivencia. Está en el número 5 de Mossèn Batlle. No muy lejos del emplazamiento actual. El traslado no será muy complejo. El lema de la protesta del Ateneu deja clara su posición: «No nos vamos, nos echan».

Abandono municipal

Sánchez no elude la claridad: afirma que el ayuntamiento les ha dejado de lado. Que la alcaldesa, Ada Colau, no se ha preocupado por su destino. Que tampoco lo han hecho los sucesivos concejales que ha tenido Sarrià-Sant Gervasi, el distrito al que pertenece el Putxet, en los últimos años: Gerardo Pisarello, Jaume Asens, Albert Batlle.

«El Putxet apenas tiene tejido asociativo, entidades como la nuestra», subraya Sánchez al argumentar que el traslado es una pérdida para el barrio. No renuncia a volver. E insiste en que tiene claro cuál debe ser el próximo destino: «Un local público municipal». Quiere precisar que no todo en el consistorio ha sido desdén: «El Instituto Municipal de Personas con Discapacidad nos ha apoyado».

Rosana se levanta y se va: tiene que irse a clase de catalán. A su lado, Marcel·la, de la comisión de jóvenes, cuenta su experiencia. Nerviosa, se mueve, sonríe constantemente. Tiene 21 años. Acude al Ateneu Divers los martes y los miércoles. Por la mañana hace prácticas en una empresa. Vive con sus padres cerca de la Maquinista. De algún modo, es el futuro de la entidad.

Sánchez explica que el coste económico de las reformas necesarias en el nuevo local se podrá afrontar gracias a los 34.000 euros que se lograron mediante un verkami ­–aportaciones de dinero mediante una plataforma. El portavoz no quiere detenerse mucho en el debate sobre el coste de los alquileres, en los números concretos. En Pàdua llegó un momento que había que afrontar un pago de cerca de 3.000 euros, que después de una mediación se redujeron a 2.600 pero solo hasta septiembre próximo. Por lo tanto, tocaba encontrar una alternativa. En La Salut, el Ateneu Divers tendrá que pagar unos 2.300 euros mensuales. Un poco de oxígeno pero a la espera de lograr apoyo para respirar con tranquilidad de forma definitiva.

Para lograrlo llevan ya mucho tiempo movilizándose y dicen que no van a dejar de hacerlo. Hasta que la alcaldesa Colau, o algún concejal de Sarrià-Sant Gervasi, o sus sucesores en el futuro, les brinden esas dependencias públicas que consideran imprescindibles. Y todo, antes de que pasen 10 años.