policía local

La Guardia Urbana de Barcelona se reformula para ganar presencia en la calle y eficiencia

Dos agentes de la Guardia Urbana patrullan por el distrito de Ciutat Vella, ayer.

Dos agentes de la Guardia Urbana patrullan por el distrito de Ciutat Vella, ayer. / periodico

Patricia Castán

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La perspectiva de alcanzar la mayor plantilla de Guardia Urbana en la historia de Barcelona, más de 3.600 agentes cuando finalice este mandato municipal, ha llevado al Ayuntamiento de Barcelona a abordar una transformación radical de la organización del cuerpo de policía local, así como adaptarlo a las nuevas necesidades de la ciudad del siglo XXI y con mayor eficiencia. La nueva "prioridad de prevención y seguridad" en la capital catalana ha derivado en un replanteamiento de su estructura, donde la atención ciudadana y la convivencia serán claves.

Tras un primer mandato de Ada Colau donde las políticas de seguridad fueron muy cuestionadas, la entrada en juego de los socialistas como socios de gobierno ha derivado en un reposicionamiento al respecto, tras la constatación de que en los últimos años había aumentado la conflictividad en la calle.

Las bases de esta transformación se presentarán como medida de gobierno esta próxima semana, pero el primer teniente de alcalde Jaume Collboni (PSC); el quinto teniente de Prevención y Seguridad, Albert Batlle; y el intendente mayor Pedro Velázquez han presentado este sábado las principales novedades. Collboni ha llamado a "coger el toro por los cuernos", en alusión clara no solo a los problemas de inseguridad que eclosionaron sobre todo en la primera mitad del año pasado en la ciudad, sino también a las nuevas necesidades de Barcelona, que abarcan de los cambios en la movilidad al envejecimiento de la población, las políticas con los visitantes y la revolución tecnológica digital, ha precisado el edil.

Proximidad y globalidad

El primer teniente de alcalde ha recordado los dos pasos que el ayuntamiento ha dado en el presente mandato, con la creación de nuevas plazas de Guardia Urbana (al final han sido 282, cuya convocatoria se publicará en el DOGC el próximo día 19), y la designación del nuevo intendente mayor. Pero bajo el lema "una policía de proximidad para una ciudad global", llegan ahora los cambios más sustanciales, donde por fin se integran también iniciativas para promover la paridad. El objetivo a corto plazo es tener un 30% de plantilla femenina (en la última promoción se alcanzó el 27% de fichajes). Más adelante, se espera alcanzar un 50%.  En la actualidad la cuota es solo del 12,56%, frente al 21% en el caso de los Mossos, por ejemplo.

Con esta nueva mirada de género, entre las bases para optar a las nuevas plazas (este mandato se sumarán un total de 1.000), se reduce la altura mínima. Otros cambios en los requisitos afectan a la prueba de cultura, a la flexibilización de los tatuajes corporales o la introducción de una prueba voluntaria de inglés (que sumará hasta cinco puntos más), aunque con el tiempo se promoverán otros idiomas, atendiendo a que en algunos barrios hay hasta un 50% de extranjeros, ha recordado Collboni. Del chino al urdú.

La policía local ya no hará tareas administrativas y se potenciará una mayor presencia de agentes femeninas

En paralelo, se pondrá en marcha una campaña comunicativa con el mensaje 'Somos mujeres, somos urbanas', para atraer candidatas a opositar, así como charlas informativas de la mano de Barcelona Activa. Otro lema será, 'Más urbana, más cerca', incidiendo en que la población vea en los agentes un elemento «clave que garantiza la percepción de seguridad», a la par que próximos.  

Para Batlle, cuya entrada en el área de Seguridad ha marcado en el último semestre un punto de inflexión en los datos de criminalidad de la ciudad (los hurtos cayeron un 7,74%, tras alcanzar un nivel "preocupante"), es esencial formar a la policía local "en nuevas competencias y habilidades". También mejorar la coordinación con otros cuerpos policiales y desarrollar nuevos sistemas profesionalizados de emergencias para todos los cuerpos.

Menos tareas de administración

Uno de los puntos importantes es la vieja promesa de un nuevo modelo de gestión administrativa que permita que "la policía haga de policía" y no tanta labor de oficina, que desarrollará personal no policial. De ese modo, saldrán unos 100 agentes más a la calle, lo que equivale prácticamente a un turno de una unidad territorial.

A nivel de gestión, el teniente de alcalde de Seguridad ha explicado que se recupera la figura de los subjefes, a la par que se refuerza la estructura de mando de las cuatro divisiones de tráfico, recursos operativos y soporte, territorio y coordinación, ha relatado. Cabe destacar que recuperará paulatinamente el turno de noche en los distritos, con una coordinación nocturna. Lo que no volverá son las unidades antidisturbios (disueltas en la primera etapa de Colau), ha enfatizado. «Lo que hay es una unidad encarregada de ordenar el espacio público como se vio en operaciones contra la venta ilegal u ocupación abusiva del espacio público», según ha defendido.  

Nuevo organigrama y refuerzos en todas las divisiones

La reorganización de la policía local de Barcelona empieza por la estructura de mando. El jefe de la Guardia Urbana es el intendente mayor Pedro Velázquez, que ejerce la dirección y mando y ha explicado los principales cambios en el organigrama. El intendente mayor Juan José Vilanova es el nuevo subjefe, del que dependerán la unidad de Información y Documentación y tres unidades de nueva creación como la Inspección se Servicios, de Gestión de Recursos y de Proyectos. Les apoyan los adjuntos a la Prefectura (Francesc Xavier Vilaró) y a Gerencia (Sergi Amposta) y la Asesoría a la Gerencia en el ámbito de la Perspectiva de Género, con la intendenta Montserrat Pina.

    Tripular la creciente plantilla de la Urbana implicará también reforzar las estructuras de mando de las divisiones centralizadas con subjefes. En el caso de Tráfico, como novedad se creará el Gabinete de Análisis de Seguridad Vial, para mejorar el conocimiento de la siniestralidad y apostar por cambios en la normativa. Anuncian que la incorporación de sistemas predictivos será un «elemento único» en la seguridad vial.

    Ese refuerzo en Recursos Operativos y Apoyo refuerza el servicio de proximidad y la gestión de las operativas de emergencia en la ciudad, además de dirigir investigaciones penales relacionadas con el medioambiente, entre otros aspectos. En la división Territorial se iniciará una integración progresiva de los turnos de noche a las unidades territoriales, mientras que también se dota de más recursos a la de Coordinación.    

    La convivencia es uno de los objetivos a mejorar, para lo que ya se trabaja en un Plan de convivencia y civismo que pone acento en medidas preventivas de carácter social. También habrá una apuesta fuerte por la prevención y reducción de los siniestros de tráfico, así como por la detección de la violencia machista. 

    Para mejorar la eficiencia entre equipos y la atención ciudadana, está prevista también una fuerte inversión en innovación tecnológica.