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Los sectores económicos de Barcelona exigen una fecha alternativa para el Mobile

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Patricia Castán

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Lo veían venir pero no por ello han encajado mejor el jarro de agua fría. Los sectores económicos han recibido como un bofetón la cancelación del congreso de telefonía móvil en Barcelona. No solo deja a la ciudad sin uno de sus principales escaparates promocionales de alcance mundial, sino que desmonta una semana de alto impacto económico precisamente en plena temporada baja, cuando más se valora esta facturación. Las reacciones inmediatas son de críticas a un excesivo alarmismo, a la par que de reinvidicaciones para que la organización GSMA trabaje por una fecha alternativa este mismo 2020. Que no se pierda la edición anual.

Y es que aunque la hostelería, el comercio y el transporte privado parezcan los únicos favorecidos por la lluvia de millones de euros (unos 500) de impacto económico en Barcelona, esos ingresos se vertebran en miles de contrataciones de servicios complementarios, en proveedores de alimentación..., por no hablar de los muchos barceloneses que, legal o ilegalmente, alquilan camas esos días a precios estratosféricos.

Poco rato antes del anuncio de la anulación del congreso, el Gremi d'Hotels de Barcelona ya cargaba contra la "alarma infundada", teniendo en cuenta que otras ciudades europeas, como Amsterdam o Ginebra, están desarrollando u organizando inminentes grandes ferias sin conatos de cancelación. Su presidente, Jordi Mestre, no entendía porque Barcelona pagaba el pato, ya que las instituciones locales ni sanitarias han mostrado en ningún momento la preocupación expresada una y otra vez por las empresas tecnológicas participantes, decía. El colectivo no ha querido añadir nada más al conocerse la noticia, hasta digerir sus efectos. 

La otra opción de alojamiento, los pisos de uso turístico, tocará el bolsillo de muchos pequeños operadores. La patronal Apartur estima que la semana de esta cita deja en su sector unos 14 millones de euros, que suponen el 4% de su facturación anual y salvan la temporada baja. Su presidente, Enrique Alcántara, añade que además este año el ritmo de reservas había sido aún mejor que el pasado. Y ahora reclama que se propicie otra fecha este mismo año.

Igualmente consternado se ha mostrado Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració de Barcelona, quien además de recordar que el evento supone unos 40 millones de euros para la restauración, ha subrayado que la feria de móviles era el gran salvavidas de la temporada baja del sector. Pleno invierno y tras la cuesta de enero. También da al traste con muchas contraciones y cuantiosos pedidos a proveedores de toda Catalunya. 

Pactar soluciones a las anulaciones

Pallarols, no obstante, admite que ante la continua baja de empresas y la perspectiva de un Mobile "muy deslucido", la mejor opción acaso sea cancelar, con la condición de "recuperar la cita para el propio 2020". Respecto a la posibilidad de que los depósitos realizados en los restaurantes (muchas empresas los reservan en exclusiva) tengan ahora que ser devueltos al tratarse no de una decisión unilateral sino de causa mayor, el representante del sector mantiene que cada establecimiento pactará distintas soluciones, porque en muchos casos son clientes de continuidad.

Para Barcelona Oberta, que aglutina a los ejes comerciales más céntricos y turísticos, la decisión es "incomprensible", comparándola con el resto de Europa y sus congresos. "La psicosis injustificada ha ido por encima de la realidad del problema", se queja, Gabriel Jené, su presidente, también defensor de encajar otra fecha en el calendario de este año.

Otro ámbito muy afectado es el transporte, desde el taxi hasta los VTC, que ya tenían contratados numerosos vehículos de refuerzo llegados de otros puntos de España.