INICIATIVA SOCIAL DE REFERENCIA EN CIUTAT VELLA

Victoria en el Casc Antic

La terraza del Pou de la Figuera, cerrada en octubre tras un polémico concurso público, reabrirá el 29 de febrero con una gestión comunitaria que permitirá dar continuidad al aplaudido proyecto de la Fundació Mescladís

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zentauroepp52239918 barcelona 10 2 2020 barcelona presenta gestion comunitaria 200211090616 / MARTÍ FRADERA

Helena López

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El sábado 29 de febrero, el Espai Mescladís volverá a llenarse de vida. De los colores, olores y sabores que siempre han caracterizado a este colorido oasis en el corazón del Casc Antic, que bajó la persiana el pasado mes de octubre. Lo hizo tras meses de lucha y, sobre todo, tras perder incomprensiblemente la Fundación Mescladís, gestora de esta singular terraza desde su apertura, en el 2010, el concurso público para renovar la cesión. Hace unos días, el barrio se llenó de enigmáticos carteles en los que se leía un optimista "¿Qué pasará en el espacio donde estaba Mescladís? Lo sabremos el lunes 10 a las 18 horas". La respuesta, como han explicado este lunes en un alegre acto, es que el espacio reabrirá en unos días gestionado por la Federació Casc Antic Gestió Comunitària, que desde el 2013 gestiona el 'Casal de Barri Pou de la Figuera' y de la que forma parte la Fundación Mescladís.   

En el barrio apoyaron siempre a Mescladís en su larga resistencia a abandonar el espacio, así que celebraron, pese a la sorpresa inicial, la propuesta municipal de hacer un paquete. Tocaba prorrogar a la federación la gestión del 'casal' y el consistorio les proponía unir las dos concesiones en un 'pack', lo que todos -incluido el ayuntamiento- vivieron como un 'win-win'. "Todos estos espacios son consecuencia de una victoria vecinal en la lucha del Forat de la Vergonya. La plaza; una plaza blanda, con un campo de fútbol y un huerto en centro de la ciudad", recuerda Daniel Pardo, activista del barrio y miembro del grupo motor de la federación. La reivindicación vecinal incluía también el 'casal', que se ganó -se logró que se construyera-, aunque en un primer momento no se les dio la gestión a los vecinos. Eso también tuvieron que pelearlo, como todo aquí. El consistorio consideró que el tejido asociativo no estaba suficientemente maduro y le dio la concesión a una empresa privada, la misma que gestionaba el Convent de Sant Agustí. Sí se creó, eso sí, una comisión de seguimiento. "Ya que no podíamos gestionarlo, como mínimo que pudiéramos fiscalizarlo. Todas las comisiones acababan igual, reivindicando la gestión", recuerda Pardo. Algo que finalmente sucedió en el 2013. "Fue un gran reto. Era el primer equipamiento de gestión comunitaria en Ciutat Vella. Nos ayudaron mucho equipamientos con más tradición en la gestión comunitaria, como la Cosa Nostra de Can Peguera Casa Orlandai, en Sarrià", prosigue Pardo.

Colaboración determinante

Pese a que el Espai Mescladís funcionaba de forma independiente al 'casal', su conexión, no solo geográfica, era evidente, ya que la fundación -referente en la formación e integración laboral de jóvenes inmigrantes sin recursos ni red- formaba parte de la federación gestora del 'casal'Claudia Sanguinetti, miembro del equipo directivo de Mescladís y tesorera y miembro del grupo motor de la Federació Casc Antic Gestió Comunitària se muestra muy agradecida tanto con el ayuntamiento -por haber encontrado la manera de, finalmente, sacar el espacio de la órbita privada- como con el 'casal'. "El trabajo del 'casal' fue determinante para salvar el espacio", reconoce Sanguinetti, quien explica las novedades que ofrecerá el nuevo Espai.

Además de seguir abriendo ventanas a jóvenes que suelen encontrarlas todas cerradas, el nuevo espacio quiere abrirse más al barrio. "Tejer red con locales des restauración para que los chicos puedan poner en práctica lo aprendido en Mescladís. Algo que ya hacíamos. A través Doble Zer00 -local en la misma plaza-, por ejemplo, ya conseguimos dos regularizaciones, pero el objetivo es seguir tejiendo una red cada vez más fuerte", señala. 

Marta Espinal, dinamizadora del 'casal', equipamiento con la vocación de ser un "instrumento básico de la vida social y asociativa del barrio", cuyo objetivos es trabajar la cohesión social en un territorio tan presionado como el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera, señala que una de las novedades del nuevo Espai será que aprovecharán mucho más la galería que une la calle de Carders, donde se encuentran las oficinas del 'casal', con el Espai y la propia plaza del Pou de la Figuera. Una galería en la que ya se habían hecho actividades artísticas, pero que se quiere potenciar.