REUNIÓN EN EL CONSISTORIO

Sánchez devuelve a Barcelona la capitalidad cultural que perdió con Rajoy

Toni Sust

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Pedro Sánchez y Ada Colau se han sentado este viernes para empezar a recomponer los puentes rotos en los últimos años en la relación entre el Gobierno central, Catalunya y Barcelona. Porque tras la reunión de cerca de una hora entre el presidente del Gobierno y la alcaldesa de Barcelona, ambos han puesto en valor el inicio de una nueva etapa de diálogo no solo con la capital catalana, también con la Generalitat.

Del encuentro han salido algunos acuerdos entre los que destaca recuperar mediante un convenio la capitalidad cultural de Barcelona, un vínculo que se acuñó en el 2006, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, y que, para tener una idea de lo que puede suponer en dinero, en el 2010 se tradujo en 25,8 millones de inversión en la capital catalana. El planteamiento es que esa sea la cantidad que se recupere, aunque no era una inversión adicional en su totalidad: la suma incluía partidas ya existentes. 

También se ha hablado de vivienda, y en concreto de la limitación de alquileres que persigue Colau, pero sin concretar más avances.

Una nueva etapa

"Ayer vimos un punto de inflexión, una nueva etapa, de diálogo, de respeto; muchos en Catalunya miramos con esperanza al futuro", ha afirmado Colau sobre la reunión que Sánchez celebró con el presidente de la Generalitat, Quim Torra. "Como ciudad, veníamos de una década perdida, con un Gobierno central que había suspendido sus relaciones con la segunda ciudad de España", ha advertido sobre el Ejecutivo de Mariano Rajoy. "Agradezco que la reunión de hoy no solo sea de cordialidad institucional, también de trabajo". 

La alcaldesa también se ha referido a la vivienda, y a la necesidad de que cristalice la limitación de alquileres que considera imprescindible para evitar que los barceloneses sigan siendo expulsados de la ciudad por lo prohibitivo que resulta encontrar una vivienda: "Le he trasladado al presidente la necesidad de que haya un borrador en unos meses".

"Cumpliremos con lo pactado en el acuerdo del Gobierno", ha contestado Sánchez, que ha afirmado sobre Barcelona: "Queremos cocapitalidad y queremos coliderazgo". La voluntad de diálogo, ha asegurado, tendrá concreciones. El presidente ha defendido la relevancia del convenio recuperado, que existió hasta el 2011.

En la reunión también han participado la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; el primer teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, y el teniente de alcalde de Cultura, Educación y Ciencia, Joan Subirats.

Un acuerdo de tres puntos

Sánchez y Colau han firmado un acuerdo de colaboración con tres puntos. El primero es la recuperación de ese convenio, sobre la capitalidad cultural y científica de Barcelona. Una herramienta de financiación de la ciudad que está prevista en la carta municipal y que estuvo activa del 2006 al 2011. Desapareció cuando el PP accedió al Gobierno central. El segundo punto recoge el compromiso del Ejecutivo de Sánchez de apoyar que Barcelona sea ciudad de acogida de la Conferencia Internacional de Educación Superior de la UNESCO, que hasta ahora siempre se ha celebrado en París. El tercer punto es la convocatoria de la comisión de colaboración interadministrativa, en la que participan el Gobierno, el consistorio y la Generalitat, que no se convoca desde el 2011.

Más allá del buen clima, la reunión deja en el aire lo que más espera Colau de este Gobierno, que es que ponga freno al aumento del coste de la vivienda de alquiler. Una petición que viene de lejos: Colau la lanzó por primera vez en marzo del 2016, cuando recordó que la potestad de limitar las tarifas legalmente corresponde al Estado, si bien la competencia puede delegarse en la Administración autonómica y los ayuntamientos. Como ejemplo, citó el de Berlín. La petición cobra más sentido ante la sensación de que difícilmente se podrá combatir los incrementos de otro modo. Porque la lenta incorporación de vivienda al parque social no está frenando los precios.

Inversión cultural

A estas alturas es complicado determinar cuánto dinero recibirá de más Barcelona por el convenio de la cocapitalidad. Se empezó a aplicar en el 2006, y respondía a la misma filosofía que sustenta que instituciones culturales madrileñas cuenten con financiación suplementaria por entenderse que se trata de equipamientos que superan el ámbito estricto de influencia de la capital de España.

En el caso de Barcelona, los convenios, que empezaron y acabaron con Zapatero como presidente, se acordaban anualmente en lo que se refiere a la cantidad prevista y al destino de las inversiones. Como se ha dicho, en el 2010 la cantidad ascendió a 25,8 millones, y esa será la referencia de la que se partirá para el nuevo acuerdo. 

Pero todo ello no significa necesariamente que Barcelona vaya a recibir 25 millones adicionales por el pacto firmado. De esa cantidad, en el 2010, unos 15 millones suponían una nueva inversión en tanto que los 10 restantes ya estaban previstos. Pero en la negociación de los convenios, el Gobierno central reclamó incluirlas.

En concreto, abogó por una práctica: si en el acuerdo de tal año, el Liceu era la institución elegida para recibir el dinero, y el Liceu ya era destinatario de otra partida existente, se añadía al convenio. De todas formas, fuentes del gobierno municipal subrayan que el objetivo es, más allá de tecnicismos, conseguir 25 millones que ahora no existen.

Las mismas fuentes aseguran que si bien el acuerdo sobre la UNESCO tiene algo de simbólico, el de la comisión de colaboración interadministrativa puede resultar muy provechoso para el consistorio.

Críticas de la oposición

Los grupos de la oposición municipal han minimizado el resultado de la reunión entre Colau y Sánchez. ERC la ha considerado "una fotografía vacía de contenido", en palabras de la concejala Eva Baró, que ha lamentado que no haya habido por parte de Colau ningún "compromiso, exigencia ni referencia a la necesidad de revertir la represión, de liberar a los presos y de ejercer la autodeterminación". Para la presidenta del grupo de JxCat, Elsa Artadi, la reunión ha sido "absolutamente decepcionante": "Solo ha servido para seguir paseando a Sánchez por la ciudad".