CONFERENCIA DE LA ALCALDESA

L'Hospitalet quiere recuperar su playa un siglo después

Foto histórica del Faro del Llobregat en los años 50

Foto histórica del Faro del Llobregat en los años 50 / periodico

Toni Sust

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L’Hospitalet lo tiene casi todo, pero no tiene playa.<strong> La tuvo. La perdió</strong>. Y ahora quiere recuperarla, por lo menos una parte, aunque sea de forma simbólica. “Aunque sea una franja”, precisa la alcaldesa de la localidad, Núria Marín.

L’Hospitalet entregó su litoral hace un siglo. En 1920, el espacio pasó a pertenecer a Barcelona en una operación que tenía un sentido: lo había comprado, por 83.980 pesetas, el Gobierno central, con la intención de ubicar allí un puerto franco ­-un área con exenciones y bonificaciones de derechos aduaneros-, pero al final el asunto no cuajó. En los años 60 nació la Zona Franca, denominación que aludía al proyecto inicial aunque en realidad lo que se acabó haciendo allí fue un megapolígono industrial.  No fue el único terreno que perdió L’Hospitalet, que pocos años después, en 1933, también vendió la parte que llegaba hasta Finestrelles a Barcelona a cambio de compensaciones que a estas alturas resultan sorprendentes: que el ayuntamiento de la capital catalana se hiciera cargo del servicio de recogida de perros vagabundos, del de los Bomberos y de la vacunación de toda la población de la ciudad contra la viruela.

Pese a que ya no era L’Hospitalet, sus vecinos siguieron yendo a la playa durante los 40 años que pasaron entre el cambio de titularidad y la concreción del megapolígono. Debe de quedar gente que se mojó en aquellas aguas. Igual alguno puede volver a remojarse los pies, aunque tendrá que ser en grupo reducido.

Visita de la alcaldesa

Marín ha visitado el faro del Llobregat, junto al que discurría la playa hospitalense, este jueves, horas antes de pronunciar su conferencia anual. Ha elegido el emplazamiento de forma simbólica, recordando el “error histórico” que supuso perder esa lengua de tierra: “Hoy sería impensable”.

La alcaldesa se ha referido al “trocito de playa” que se propone lograr sin dejar de admitir que el proceso está en una fase absolutamente embrionaria, y que en todo caso lo que se persigue es un acceso, no una gran playa. “De entrada queremos empezar por una franja”.

Lograrlo requeriría negociar con los dos municipios colindantes, Barcelona y El Prat de Llobregat. Según Marín, la ocasión llegará cuando los municipios, como hacen periódicamente, se reúnan para abordar sus límites: “Nos reunimos para trabajar las lindes, las demarcaciones territoriales”.

El acceso

Uno de los puntos complejos de la pretensión de L’Hospitalet es cómo accederían sus vecinos a esa franja de playa. En principio, lo harían por donde transcurría antiguamente el cauce del Llobregat. Eso, dicen fuentes del consistorio, se podría acordar, aunque insisten en que todo está por hablarse. Por lo tanto, cabe la posibilidad de que el trozo de playa pase a ser de L’Hospitalet, pero no hay que descartar una vía más sencilla sea la de procurar un acceso al mar sin que la arena de la playa deje de ser barcelonesa.

Marín también ha abordado el tema en su conferencia, para la que ha elegido como imagen el faro del Llobregat: “La hemos adoptado para recordar que han pasado 100 años de la expropiación de los terrenos de la Zona Franca a favor de Barcelona. A pesar de que ya no es nuestro, hemos pensado que la luz del faro puede guiar nuestro rumbo. Por eso nuestro cuaderno de bitácora prevé que en esta travesía L’Hospitalet vuelva encontrar el camino de la salida al mar. Aunque sean solo unos metros al lado del faro”.