la estación 159 de Barcelona

La línea L10 del metro se adentra por fin en la Zona Franca industrial

La nueva estación, primera elevada de la ciudad, dará servicio a unos 3.600 usuarios cada día

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Una inversión de 40 millones de euros ha puesto fin a uno de los absurdos más inconcebibles de la red de transporte público de Barcelona, que allí donde desde hace décadas está uno de los yacimientos más importantes de puestos de trabajo del área metropolitana no hubiera una estación de metro. Desde este sábado, 1 de febrero, ya está operativa la parada de Zona Franca. Es la número 159 de la ciudad. Es la número 32 totalmente automatizada. Es la octava parada del ramal sur de la L10. Solo es primera en una materia. Es la primera estación elevada del suburbano barcelonés.

La previsión inicial de la Autoritat del Transport Metropolità es que por la boca de metro de Zona Franca pasen cada día unas 3.600 personas. Aquello no es un barrio residencial. Todo lo contrario. Junto a la parada está un potente núcleo de servicios administrativos, como las oficinas centrales del Àrea Metropolitana de Barcelona, de Transports Metropolitans de Barcelona y de algunas delegaciones de la Guardia Urbana y Bombers. Para la L10 supondrá un notable salto adelante en número de usuarios. Actualmente, según datos de la empresa, la L10 sur registra una media diaria de 15.000 usuarios.

La línea L10 no morirá ahí. Desde ahí, en el futuro, las vías se adentrarán, también sobre un viaducto elevado, en la Zona Franca, con tres paradas, Port Comercial, Ecoparc y ZAL/Riu Vell, de modo que prestará servicio, por ejemplo, a los trabajadores de las fábricas automovilísticas. La primera de esas tres estaciones, Port Comercial, está previsto que se inaugure dentro del primer trimestre del 2021.

Rodalies, pendiente

A través de la L10, los usuarios podrán enlazar con el resto de la red de metro con intercambiadores en las estaciones de Torrassa (L1) y Collblanc (L5). En función del grado de aceptación que tenga esta nueva línea de metro, el tráfico privado puede experimentar una beneficiosa disminución en la ronda del Litoral y en la Gran Via de acceso a Barcelona.

La inauguración de la nueva parada ha contado con la presencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Cualquier paso adelante en relación a la L9 y su apéndice, la L10, es siempre motivo de celebración, después de que las obras quedaran en suspenso durante años. En este sentido, igual que la Generalitat ha retomado las inversiones en esta materia, Torra ha pedido al Gobierno central que haga lo mismo e invierta en la red de Rodalies.