nuevo sistema tarifario

Simpatía por la T-usual, rechazo a la T-casual

tarjeta metro

tarjeta metro / periodico

Cecilia Guillermo / Laura Toledano Arenas

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Tras un inicio de año a medio gas al ser el 1 de enero día festivo, el nuevo sistema tarifario de los transportes públicos del área de Barcelona se enfrentaba este jueves a su primera jornada laborable con dos tarjetas como grandes contrincantes, la T-casual y la T-usual. Deberán pasar una semanas para saber cuál de ellas se lleva el gato al agua en número de usuarios, pero un recorrido por algunas estaciones no deja lugar a duda en cuanto a simpatías: la primera de ellas, sucesora de la T-10 aunque 1,15 euros más cara en la zona 1, es blanco de todas la críticas. A la segunda, que deja atrás la T-Mes y la T-50/30 a muy buen precio, le crecen admiradores. 

En los puntos de venta de billetes los usuarios se detenían por la mañana a mirar con detalle cada tarifa para dar con la más adecuada para sus necesidades. También era frecuente que pidieran ayuda al punto de información para resolver sus dudas. Una confusión que no era solo para residentes. Los turistas también se veían afectados. En la parada de metro Girona un hombre intentaba explicar como mejor podía a una pareja extranjera que el tíquet que habían comprado solo le servía a una persona y tenían que comprar otro. 

Sin compartir

Para los usuarios frecuentes, el cambio es positivo, ya que se ven favorecidos por el precio. "Con la T-usual me ahorro 14 euros", comentaba Adriana Martínez. "Los trabajadores que la usamos cada día agradecemos el cambio, pero entiendo que es un castigo para la gente que usa poco el transporte público", afirmaba. A partir de ahora, además, la T-casual no se podrá compartir. "Es un lío. Ahora es más complicado viajar con la familia", explicaba Xavi Ortiz. "Es absurdo tener que comprar varias tarjetas si voy con más gente y tener que comprar un billete con viajes que luego no voy a acabar utilizando, que encima sale más caro", le secundaba María Ángeles Martínez. Para estos casos se ha impulsado la T-familia, aunque hay usuarios que lo desconocen. 

Un recorrido al mediodía por varias máquinas de venta mostraba una apretada competencia entre ambas tarjetas estrella, aunque los usuarios de la T-casual lo hacían frunciendo el ceño y con la idea de encontrar alterntivas. Como Montserrat Cano, que tiene que ir a Barcelona a trabajar de lunes a jueves y anteriormente utilizaba la T-10, pero ahora, disgustada con el cambio, manifiesta que no le sale a cuenta la T-casual. "Me planteo ir en coche y dejar de usarla, que es lo que hacía antes hasta que decidí moverme en transporte público por el medioambiente", avisaba. Otras personas buscan poder combinar las nuevas tarifas: "Me acabo de comprar la T-usual, que me favorece 80 céntimos, mi marido y mis hijos tienen la T-casual y así viajamos todos juntos pero es excesivo", explica Elisabet Alonso.

Para la T-usual, la apuesta de la Administración para favorecer el uso del transporte público, en cambio, todo eran elogios. Estefan Sacchetti, que solía usar la T-mes, lo dejaba claro: "Me parece bien que se beneficie la gente que usa mucho el transporte público y la gente que lo usa menos, pague más, especialmente los turistas".