La hojarasca toma las calles de Barcelona tras el temporal

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Patricia Castán

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La lluvia ha frenado hoy jueves su intensidad respecto, pero no ha evitado que los peatones se las vieran y desearan durante todo el día para caminar por las calles de Barcelona sin resbalar en las aceras. El temporal de los dos últimos días se alejaba de Catalunya pero su paso dejaba un enorme manto de hojarasca mezclada con agua que no pudieron combatir las brigadas de limpieza en una sola jornada. Ante el riesgo de que este taponase desagües y alcantarillas, crease nuevas inundaciones y provocase caídas, el ayuntamiento destinó un operativo de extra de limpieza y de los equipos de BCASA (Barcelona Cicle de l’Aigua) cuya labor aún no se dejaba notar esta tarde en muchos barrios. No fueron las únicas incidencias de unas tormentas que se saldaron con más de 100 litros en puntos como Sant Andreu, el Observatori Fabra, Gràcia o el Poblenou.

Lo que hoy aún cubrirá el pavimento de muchas zonas fue un cóctel fruto de la ventolera que tomó la ciudad desde el martes por la tarde y de la lluvia continua, pertinaz y en algunos momentos muy intensa que barrió la capital catalana un día después. Como consecuencia, la hojarasca quedó adherida a las aceras, «dificultando su retirada por los equipos de limpieza», argumentan fuentes del área de Ecología Urbana del consistorio. Los operarios del servicio continuaban retirando hojas y lo harán en los próximos días, ya que será más sencillo cuando se sequen las calles, añaden. En este sentido, explican que esta semana se han introducido cambios en la operativa, sustituyendo los equipos de limpieza con agua por otros preparados para retirar vegetación y priorizar los imbornales.

Platanero y almez

Visto el panorama que ofrecía la ciudad, donde –según los barrios– las hojas de platanero o de almez cubrían los viales, BCASA, la sociedad municipal que gestiona todo el ciclo del agua, también activó siete brigadas centradas sobre todo en evitar obstrucciones que embozasen la red. No obstante, no fue necesario recurrir al plan de insuficiencia drenante del alcantarillado porque, con 80 litros por metro cuadrado, no se produjeron desbordamientos en la calle, aseguraron.

Lo que sí se constató ayer (al margen de las inundaciones en algunas paradas de metro, garajes y bajos del miércoles), fue un legado de pequeñas incidencias en numerosos edificios de la capital catalana. En algunas porterías se acumulaba agua y hojas, arrastradas por el viento, y no pocos hogares amanecieron con cortes de luz en la escalera, sin señal de antena de televisión, o con acumulaciones de agua en azoteas que provocaron tapones y filtraciones.

Lo notaron los administradores de fincas, que hoy trabajan intensamente para atender las afectaciones. «En Barcelona, como llueve poco y no muy intensamente, no hay mucha cultura del mantenimiento de tejados y azoteas y cuando hay temporales hay problemas con los terrados y los desagües», apuntan, por ejemplo, desde Finques MasFerrer, donde han tenido que desplegar a diversos especialistas en reparaciones.

Lampistas y antenistas tuvieron una jornada larga, aunque preveían que los servicios se prolongaran durante varios días porque son muchos los propietarios que «primero intentan la vía de los seguros de la vivienda, y si no les cubre la incidencia contactan directamente con profesionales».

Barcelona ha copado 209 de las 661 llamadas por incidencias al teléfono de emergencias 112 hasta hoy. La mayoría por filtraciones o por inundaciones ante los tapones que habían ocasionado lashojas en las rejillas del alcantarillado de la ciudad que no se retiraron a tiempo.