La Rambla del Raval estrena un urbanismo más amable

Con menos conflicto que su construcción (supuso la demolición de cinco manzanas y 62 edificios), la Rambla del Raval, la vía que en el 2000 se abrió para unir la avenida de las Drassanes con la zona del Macba, ha estrenado este viernes nueva urbanización. La actuación, que ha supuesto 1,3 millones de euros inversión, pretende reforzar la vida vecinal de la zona y, en consecuencia, ha contado con un proceso participativo previo, celebrado en el 2007, en el que los vecinos puddieron aportar sus ideas y evidenciar sus quejas. El resultado final ha supuesto la duplicación del espacio de juego infantil, la potenciación de áreas para jóvenes y mayores, la reorganización (y ampliación) de las zonas verdes, la renovación de la iluminación y una mejor conexión entre la rambla y las vecinas plazas de Salvador Seguí y Vázquez Montalbán, también intervenidas.

Lo primero que llama la atención es la reubicación de ‘El gato’, el orondo felino de bronce realizado por el escultor colombiano Fernando Botero e instalado en el bulevar en el 2003. La pieza ya no ocupa un lateral del paseo sino toda su centralidad. El movimiento tiene intención: convertir esa latitud en punto de encuentro, en plaza y en cruce, de la vía. Además, para romper la linealidad que hasta ahora imperaba en la Rambla del Raval, la reforma también ha ensanchado la parte central del paseo, se han eliminado plazas de aparcamiento y reordenado las palmeras ya existentes. La idea es facilitar la vida al paseante. También se ha cambiado la distribución de las terrazas agrupando las mesas y aprovechando el tramo central para instalar bancos circulares que facilitan la interactuación entre los vecinos; un lavabo público y una fuente.

También se ha actuado en ambos extremos del bulevar para reducir el tráfico y en las dos plazas adyacentes. En la de Vázquez Montalbán se ha eliminado su aspecto duro y poco amable proyectando zonas de sombra y áreas de juegos: una pista de bádminton (pintada en el suelo) se colocaran mesas de ping-pong y fut-toc (juego parecido al ping-pong pero que se realiza con los pies y una pelota grande). En la de Salvador Seguí, la nueva área lúdica es para menores de 12 años y creada a partir de pequeñas montañas de caucho. Todos los elementos, los de ambas plazas, son antivandálicos y están perfectamente iluminados. Toda la reforma se enmarca en el Pla de Barris del Raval Sud.